­Ni menos contratos, ni más pacientes. El principal problema de la sanidad malagueña es el absentismo. O al menos es lo que afirma la dirección del centro sanitario del complejo Carlos Haya que ayer, en una primera toma de contacto con la prensa, admitió que en los últimos tiempos las bajas laborales entre el personal sanitario se han duplicado. Al encuentro acudió el delegado de Salud, Daniel Pérez; el director de enfermería, Cipriano Viñas; y los directores médicos Miguel Ángel Prieto y José Antonio Medina.

El recién estrenado gerente del complejo sanitario malagueño, José Luis Doña, reconoció que aunque a priori pueda parecer que las cuentas presupuestarias están mermadas, la realidad es que los números para contratar a personal son muy similares respecto a años anteriores.

La semana pasada, la plantilla de enfermería de las urgencias de Carlos Haya denunció riesgo asistencial en esta zona del hospital a causa de la falta de personal. Advirtió de que en los últimos meses se han perdido trece trabajadores y que cada turno tiene a un trabajador menos, lo que sobrecarga a los trabajadores y posterga la atención de los pacientes. De hecho, según Doña, este año se han hecho más contratos que el año anterior, lo que contrasta con las quejas de los trabajadores, que afirman sentirse desbordados.

Según la gerencia, la estancia media de pacientes en los hospitales de la capital no ha aumentado ni tampoco la cifra de pacientes, ni las dolencias o la complejidad de las mismas. También recordaron que la cifra de partos ha menguado notablemente y, sin embargo, se denuncia la falta de personal. «Estamos analizando qué ocurre a nivel de absentismo», agregó el gerente, que apuntó que las bajas laborales han llegado a duplicarse.

La situación en el sótano de Carlos Haya ha llevado a los responsables del centro a cerrar media planta de neurocirugía. Ayer, no negaron que esto haya ocurrido, si bien reconocieron que toda estrategia de planificación de medios públicos y sanitarios conlleva reestructuraciones como un puzzle en el que para que todas las piezas encajen, debe haber pruebas y cambios.

El director de enfermería respondió a las críticas de los enfermeros y sindicatos del hospital, que han apuntado que, de no producirse contrataciones, dejarán de cubrir huecos a partir del próximo 1 de noviembre. Así, señaló que el centro sanitario trata de cumplir que los profesionales no trabajen más de las 1.530 horas preestablecidas y que quienes las han superado podrán descansar. José Luis Doña admitió que ordenar esa carga de trabajo es un rompecabezas para la dirección, pues esta plantilla cuenta con turnos muy complejos y de muchas horas.

Sobre los nuevos contratos realizados a mediados de mes -de enfermeros, auxiliares y matronas- para paliar la situación en Carlos Haya y el Materno, admitieron que muchos de estos se renovarán el mes que viene, aunque no concretaron cuántos hasta no saber qué parte del personal al que suplen se incorpora o no a trabajar. No obstante, reconocieron que la plantilla de enfermería se renovará el próximo 1 de noviembre en cien contratos en ambos centros.

Dentro de la nueva estrategia de comunicación del equipo de Doña, éste habló del ébola. Señaló que la formación a los trabajadores continúa y que se están reforzando las acciones en el caso hipotético de que se dé una nueva sospecha en la provincia. Miguel Ángel Prieto recordó que desde hace unos días el centro de referencia andaluz es el Virgen del Rocío de Sevilla y que Carlos Haya -el hospital de referencia en la provincia- funcionará para recepcionar sospechas hasta que se confirmen los posibles casos y para hacerse cargo de los contactos de alto riesgo.

Los responsables reconocieron que parte de la problemática que denuncian los profesionales sanitarios radica en la falta de comunicación o en no haber sabido explicar determinadas medidas, por lo que a partir de ahora tratarán de ser más transparentes y accesibles que hasta la fecha.

Cierre de camas En cuanto al cierre de camas o plantas, como denuncian de manera endémica los sindicatos en el Hospital Clínico de la capital malagueña, el equipo directivo del complejo sanitario en Málaga apuntó a que la medicina moderna dista de la tradicional precisamente en el empleo de la medicina mayor ambulatoria o en los hospitales de día, que potencian no ocupar camas de no ser necesario. «Los recursos se han redirigido hacia la eficiencia», dijo José Luis Doña, que en el transcurso de la reunión admitió que la planificación de consultas y quirófanos se hace de manera anual tratando de optimizar recursos, aunque reconoció que las urgencias y la oncología prima sobre el resto de patologías. No obstante, recordó que cada 18 ó 20 días se remodela la planificación para adecuarse a las necesidades. Eso sí, señalaron que siempre hay un grueso de camas liberadas para periodos de mayor frecuentación y que, en el caso de ser necesario, se liberarían aquellas que hoy no están disponibles para atender a un hipotético grueso de pacientes.