El británico se ha convertido en un inesperado aliado del mercado inmobiliario, al ser la nacionalidad que más viviendas compra de entre los extranjeros, seguidos de franceses, rusos y alemanes, lo que asegura unas ventas que rondan el 13% del total, según el Ministerio de Fomento.

Los extranjeros han ganado peso respecto al comprador nacional. No sólo por el descenso acusado de las transacciones entre españoles, sino también por un continuado incremento de las adquisiciones a manos de extranjeros, llamados por la caída del precio en el mercado inmobiliario español.

El resultado es que si en 2009 protagonizaban el 5% de las compraventas de viviendas en España, en el segundo trimestre de este año ya casi triplicaban estas cifras, con un incremento especialmente acusado a partir del primer trimestre de 2013, coincidiendo con una mejora de la economía internacional y la continuación de las crisis en España, con la devaluación del patrimonio inmobiliario. Rusia, además, está creciendo con fuerza.