El Ayuntamiento de Málaga ha vuelto a desempolvar la idea de que el metro llegue a la plaza de la Marina. La apertura de las ofertas para ejecutar el tramo bajo la Alameda, con propuestas de rebajar el coste entre 20 y 14 millones de euros, ha dado alas al Consistorio, que propone destinar este ahorro a extender el túnel del metro otros 350 metros de longitud.

El concejal de Movilidad, Raúl López, adelantó ayer que se va a enviar un escrito a la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía (AOPJA) con esa petición, ya que el dinero «está presupuestado y, por tanto, no hay que buscarlo».

Raúl López insiste en que las rebajas en el presupuesto ofertadas para ejecutar el tramo Guadalmedina-Atarazanas liberan un importante caudal de dinero que el Ayuntamiento quiere recuperar para extender la línea a la plaza de la Marina. El presupuesto previsto para el tramo hasta Atarazanas es de 44,6 millones de euros, mientras que las empresas que aspiran a hacerse con este contrato ofrecen hacer la obra por una horquilla de 24,2 a 30,1 millones de euros.

«El Ayuntamiento no forma parte de las mesas de contratación ni del consejo de administración de la sociedad del metro ni, por tanto, tampoco está en la apertura de las plicas de las ofertas», justificó Raúl López para explicar por qué se enviaba la petición por escrito.

Para el concejal de Movilidad el dinero que se ahorra la Consejería de Fomento permitiría acometer la extensión de otros 350 metros de túnel y la estación de la plaza de la Marina, además de contemplar la peatonalización del lateral sur de la Alameda Principal que demanda el Ayuntamiento aprovechando la llegada del metro al Centro.

Lo más importante, no obstante, es «la continuidad hasta la plaza de la Marina buscando la sostenibilidad económica del metro», insistió Raúl López. Para el concejal extender la línea del metro «respondería a la voluntad de los malagueños de que llegue más hasta el Centro», y sobre todo porque «sería bueno para la sostenibilidad de la línea, puesto que cuanto más lejos, más viajeros y menos déficit de explotación».

Para el concejal del PP, «hay que tener sentido común y que las líneas sean cuanto más extensas, mejor, de modo que el número de viajeros sea también el mayor posible y, en consecuencia, el déficit vaya bajando».

El tramo entre el Guadalmedina y Atarazanas, de 295 metros de longitud, está presupuestado en 44,5 millones de euros, aunque posiblemente se ejecute por menos de 30 millones. La obra incluye la estación en la esquina con la calle Torregorda y peatonalizar el lateral norte de la Alameda. El tramo debe estar terminado a finales de 2017, límite máximo para abrir los tramos pendientes del metro.

El Ayuntamiento quiere que el dinero ahorrado en este proyecto se destine a construir otros 350 metros de túnel y una estación en la plaza de la Marina, lo que obligaría a abrir en canal el actual aparcamiento de Smassa, proteger los restos arqueológicos y abonar el lucro cesante a la empresa de aparcamientos por el cierre de la infraestructura durante las obras.