Como cada Semana Santa pero en otoño. Como un Lunes Santo cualquiera pero en noviembre. Da igual el día o el año, si es de noche o acaba de amanecer como los Sábados de Pasión. Nuestro Padre Jesús Cautivo, la imagen más venerada de la ciudad, está por encima de todo, incluso del difícil momento de fractura interna que vive la hermandad trinitaria. Pese a todo, decenas de miles de personas, muchas de ellas llegadas en autocares desde todos los puntos de las geografías española y andaluza, tomaron ayer la Trinidad para ver al Señor de Málaga en la procesión extraordinaria con motivo del 75 aniversario de su bendición.

La imagen es obra de Martín Simón, y hoy pertenece ya a toda Málaga. A las cinco en punto de la tarde, la cruz guía se hizo a la calle desde la casa hermandad y para entonces la calle Trinidad estaba repleta de devotos. Hizo algo de viento y algunas miradas se desviaron al cielo, pero no hubo problema. Los problemas llegarían más tarde, cuando la procesión tuvo que detenerse durante más de una hora porque el viento desaconsejaba avanzar. Abriendo el desfile, la Banda de Cornetas y Tambores de Bomberos, que antes de su inicio interpretó varias marchas; luego, los hermanos de luz y la junta de gobierno, que cerraba un discreto aunque correcto cortejo de velas, portando bastones en una formación de a dos. Asimismo, hubo representación de las hermandades del barrio, el Santo Traslado y la Salud, así como la Pollinica de Álora, y el trono del Señor fue llevado por dos turnos de hombres con traje.

Tras el Señor de Málaga, que salió a las 17.25 horas, la Banda de Cornetas y Tambores Jesús Cautivo, que estrenó para su titular la marcha 75 años de fe, tras la primera levantá en la calle Trinidad. De hecho, el Señor, que llevaba promesa y que recibió numerosos aplausos y vivas, echó a andar con varias marchas propias como Evangelio y Recuerdos al alba.

El Cautivo, en el día de Cristo Rey, estrenó su túnica blanca con piel de ángel y un camisón interior obras del modisto de alta costura Paco Ruiz, algo ya habitual. El camisón llevaba bordada la leyenda «Te adoramos, Señor», en su parte inferior, el escudo de la ciudad en el pecho y en una filacteria la inscripción «Señor de Málaga».

El exorno floral fue el siguiente: moldurón de claveles rojos, centro de rosas rojas en el frontal y risco de corcho, salpicado todo con lirios, cardos y pitas. El Señor también llevó ayer el escapulario que estrenó en 2009 en otra extraordinaria.

El viernes ya hubo una amplia demostración de fervor con los miles de personas que acudieron al besapié, a lo largo del día, y al traslado de la imagen desde San Pablo a su casa hermandad, por la noche. En la mañana del sábado, hubo gran expectación para asistir a la entronización de la imagen y cofradías como Expiración, Mena o Santo Traslado aprovecharon para hacer jornadas de puertas abiertas. Otra vez Málaga se volcó con el Cautivo. Como si fuera Lunes Santo.

Y ello pese a que la procesión tuvo que estar más de una hora detenida en la esquina entre las calles Juan de Austria y San Quintín ya que el fuerte viento hizo que se desprendieran unas tejas de una casa. La Policía Local y Protección Civil cortaron la calle para que los bomberos pudieran determinar que no había peligro para los viandantes. Finalmente el problema quedó resuelto a las 9 de la noche sin mayor incidencia que un considerable retraso.