Los pago de los impuestos municipales vivió sus peores años en 2009 y en 2012, ejercicios en los que se incrementó un 125% y un 38%, respectivamente, la cantidad pendiente de cobro por el Ayuntamiento de Málaga. El primer salto se dio en 2009 con el primer impacto de la crisis, que supuso que Gestrisam pasara de reclamar 4,4 millones de euros a 9,9 millones de euros. Tres años después, se produjo un nuevo salto de la morosidad, al deteriorarse la situación económica. Eso llevó a que los 12,9 millones de euros pendientes de pago de 2011 se convirtieran en 17,9 millones de euros en 2013, de los que 7,6 millones se cobraron por vía ejecutiva. Es decir, cuando el adeudado se niega a llegar a un acuerdo previo para el abono de la factura y se acompaña de una sanción.

Esta tendencia, sin embargo, se frenó en 2013 después de cinco años de crecimientos constantes. Parece que rozar los 18 millones de euros de impagos supuso el techo de la morosidad en Málaga. Así, en 2013 se produjo una leve caída hasta los 17,4 millones, un 2,8% menos.

De forma paralela, el fraccionamiento de pago de las deudas se ha incrementado proporcionalmente, multiplicando por seis, respecto a 2007, el número de plazos acordados para el abono de las facturas.