­ El grupo municipal de IU en la capital presentará en el pleno de mañana una moción en la que propone a la corporación solicitar al Ministerio de Fomento que devuelva el límite de velocidad a los 100 kilómetros a la autovía A-45 de Las Pedrizas. Esta petición ya fue realizada por alcaldes de la provincia de todos los colores políticos a instancia de sus vecinos, pero, tal y como adelantó La Opinión de Málaga hace dos semanas, fue ignorada por el Gobierno con escuetas cartas que no argumentaban la negativa con razones de peso. «Con fecha 9 de septiembre de 2014 se ha notificado a esta Unidad de Carreteras de Málaga que por la Unidad de Seguridad Vial dependiente de la Subdirección General de Explotación y Gestión de Red del Ministerio de Fomento se ha dictaminado que no procede dicha ampliación de límites de velocidad existentes», decía la misiva que recibió uno de los alcaldes con la firma de la Demarcación de Carreteras del Estado en Andalucía Oriental.

El cambio a 80 se produjo hace unos meses en dos tramos de la A-45 en sentido Málaga y la medida se reforzó con la instalación en febrero de dos radares de tramo que, según Izquierda Unida, los conductores asocian a la proximidad de la autopista de pago de Las Pedrizas. «Esto provocó la reacción y la movilización de usuarios, representantes políticos y administraciones, y en particular las protestas de los alcaldes de los municipios afectados cercanos a la A-45, excepto el de Málaga», asegura ahora la formación. Fomento sí argumentó frágilmente la medida a IU a través de una respuesta parlamentaria indicando que el descenso del límite de velocidad responde a razones de seguridad vial, pero la coalición de izquierdas cree que en estos tramos no había una siniestralidad alta cuando el límite era 100. En cualquier caso, el Gobierno niega cualquier posibilidad de volver al límite anterior que, curiosamente, conserva la misma vía pero en sentido Córdoba, Granada y Sevilla.

50.000 euros al día Para IU, la respuesta oficial es «insuficiente» e insiste en que el Gobierno sólo pretende «disuadir» a los conductores para que no cojan esta autovía y «recaudar» con los radares. Según los datos de la propia Dirección General de Tráfico, sólo entre enero y agosto estos aparatos saltaron 15.000 veces, cifra que supone «una media de 500 multas y 50.000 euros al día».