­Poco más de medio año después de que el Colegio de Médicos de Málaga presentara una campaña para solicitar la segunda reforma de la Atención Primaria, la situación no ha mejorado. Los profesionales sanitarios continúan saturados, como ya denunciaron en mayo, y las cifras de atenciones a pacientes rozan los sesenta casos al día lo que, afirman, merma la calidad de la atención y satura a los profesionales.

El representante de Atención Primaria del Commálaga, Ángel García Arjona, admite que la «demora cero» implantada por el SAS ha obligado a que los facultativos vean cada cinco minutos a un paciente, lo que es «insuficiente». «Se ha pasado de ver a treinta pacientes a llegar a los sesenta», dice García, que recuerda que la propuesta de la institución malagueña pasa por recuperar el espíritu del concepto de antes de la primera reforma, y otros aspectos que se han perdido y que se pusieron en marcha tras la modificación.

«Cuando se hizo la primera reforma se apostó por establecer el centro de salud como elemento arquitectónico y funcional, con programas y también tiempo para las consultas a demanda», señaló García Arjona, que echa de menos que los profesionales tengan cierta libertad en aspectos como solicitar pruebas que se salgan de las habituales analísticas de sangre u orina y que deben derivar a los especialistas cada vez que hay que hacer un examen médico un poco más específico.

Una de las principales demandas del Colegio de Médicos es que el médico de familia pueda atender consultas programadas y de seguimiento a los pacientes. «Este tipo de consultas ha desaparecido y habría que invertir en ellas porque tiene un gran coste social y económico a la larga», señaló.

En mayo, el Colegio de Médicos de Málaga presentó una encuesta en la que habían participado 240 médicos de Atención Primaria que advertían de que el 54% de ellos se encuentra insatisfecho con su trabajo. El 82% aseguraba tener con frecuencia la sensación de que le faltaba tiempo para realizar su trabajo y el 75% que la carga de trabajo que soportaba es excesiva. «La sensación de los profesionales no ha cambiado», afirma Ángel García Arjona, que destacó que la mayoría demanda recuperar la formación continuada. «Los médicos deben formarse, la medicina cambia a pasos agigantados», manifestó, al tiempo que apuntó a que actualmente los profesionales se forman en su tiempo libre y de manera voluntaria. «Somos el especialista de la generalidad, vemos al paciente en su conjunto, es necesario reciclarse», apuntó. Un 72,36% afirmó en la encuesta que su trabajo le perturba su estado de ánimo, su salud o las horas de sueño. Según Ángel García Arjona, muchos profesionales se sienten presionados para dar altas prematuras y para no derivar a atención especializada.

Según reconoce, la presión de la Administración es real, pero la atención se salvaguarda gracias a la humanidad y ética de los profesionales. «Algo no cuadra, porque el paciente sale de la consulta sintiéndose atendido, pero en cambio el profesional no lo ve así, que se descarga en sí mismo, lo que le causa estados de desánimo y malestar psicológico», señaló el doctor, que recordó que las encuestas de satisfacción reflejan un apoyo del 98% al servicio prestado.

Pese al esfuerzo de los profesionales, admite que la calidad asistencial se ha visto algo resentida. «Si un médico empieza a las 8 de la mañana a pasar consulta, cuando llegan las 2 de la tarde ya ha visto a más de cincuenta y no es lo mismo», recordó.

Además de estos aspectos a mejorar, los médicos reclaman que se sustituya a los profesionales, pues muchos asumen una bolsa de pacientes que satura el servicio e impide el servicio de «demora cero» del profesional. «Muchos tienen contratos al 50 o 75%, no pueden hacer más de lo que pone su horario», recalcó. Además de los problemas en los contratos de muchos médicos de los centros de salud a causa de la crisis y del 10% de la tasa de reposición de jubilaciones marcada por el Gobierno central, los médicos también se quejan de la aplicación de las 37,5 horas -lo que aumentó en dos horas y media las jornadas semanales-. «Muchas se están pagando de forma dispar o en horas de guardias que no les remuneran», criticó, mientras los comparó con los trabajadores de otras administraciones, con los que se ha negociado esta aplicación.

En este sentido, pidió que la segunda reforma de la Atención Primaria mantenga aspectos actuales como el uso de nuevas tecnologías y los combine con la atención más individualizada de la década de los 90.