­El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, recibirá el martes que viene a los cuatros sindicatos policiales (SUP, CEP, UFP, SPP) en una reunión en la que escuchará sus demandas para que el Cuerpo compre más chalecos antibalas, dado que consideran insuficientes las unidades previstas para esta legislatura. Además demandan que se agilice su distribución.

Los sindicatos piden concienciar a los agentes de que esas prendas son para uso individual y no colectivo. Alertan de que hay comisarías en las que aún habiendo chalecos antibalas, se tienen almacenados «para cuando haga falta» y no a disposición de los policías, como ya se denunció en Málaga y adelantó La Opinión. De hecho, el juzgado de Instrucción número 3 de Málaga admitió a trámite la querella contra el comisario provincial de Málaga, Pedro Garijo, por un supuesto delito contra la seguridad en el trabajo relacionado con la falta de chalecos protectores para los agentes y que interpuso la Unión Federal de Policía (UFP) tras la muerte del agente Francisco Enrique Díaz Jiménez.

A esta polémica por la falta de material pese a que «está almacenado», se suma el hecho de que en Málaga capital aún hay agentes de la Policía Nacional que patrullan con chalecos con más de 20 años, como ya denunció este periódico en la edición del jueves día 4.

Otra de las quejas sindicales es que la Institución ha hecho gastos secundarios, como el cambio de insignias en los uniformes, que se podrían haber invertido en más protección para los agentes. «Lo primero es la protección de la vida de los compañeros. Cuando eso esté garantizado, adelante con cualquier otro proyecto que presupuestariamente sea asumible», detallaron los cuatro sindicatos en una carta remitida personalmente al director general. Se podrían haber comprado 233 chalecos (324,27 euros la unidad) con el dinero destinado a comprar 2.500 gorras nuevas para las Unidades de Fronteras. También recordaron el anuncio que realizó Cosidó sobre comprar tabletas para los vehículos de seguridad ciudadana.

Con todas estas medidas, los sindicatos policiales creen que se podrían prevenir sucesos como el del pasado viernes en Vigo en el que una agente falleció y otro resultó gravemente herido al ir a intervenir en un atraco en una sucursal bancaria. También la muerte del compañero de Málaga que fue apuñalado cuando fue a detener a un ciudadano alemán con una reclamación en vigor.

Cerca de 20.000 chalecos

Tras ser nombrado Cosidó director general de la Policía, se concretó un proceso de compra de 19.991 chalecos antibalas por casi 6,5 millones de euros a distribuir entre 2013 y 2015. Se repartirían 191 en 2012 y 6.600 cada uno de los tres años siguientes. Se estableció una repartición de forma escalonada que los sindicatos consideran que no se ha diseñado correctamente.

Además, creen que la cifra de chalecos presupuestada es insuficiente, ya que los efectivos de las distintas unidades que lo necesitan suman 26.404 policías. Eso sin contar con los policías destinados en Policía Judicial, Información, Extranjería y Fronteras, legaciones diplomáticas o misiones internacionales.

Por estos motivos van a pedir a Cosidó en la reunión que se cierre cuanto antes la distribución de los chalecos con la empresa que los suministra y «el inicio de un nuevo expediente de compra para, al menos, adquirir una cifra similar» a la ya prevista.