Veinte años, como dice el bolero, puede que no sean nada, pero tres en según qué puestos valen por toda una vida. Eso debe pensar Antonio Alcalá, presidente de la Audiencia Provincial de Málaga, que en los pasados y lluviosos días de noviembre cumplió un trienio al frente de la institución judicial y aún le quedan dos. Optimista por naturaleza, tiene una marcada vocación docente que mata dando clases de Civil en la Facultad de Derecho y, aún así, le da tiempo a gobernar la audiencia más polémica y convulsa del país con permiso de la madrileña, la barcelonesa y la sevillana. Entre sus retos, prestigiar la figura del juez, lo que ha conseguido reduciendo al máximo a los jueces sustitutos, sacar adelante los macroprocesos, dotar de más magistrados a las distintas salas civiles y penales y luchar, o seguir haciéndolo, contra la corrupción política y urbanística. Destaca que esta patología social lo ocupa todo y que se ha demostrado que esto, como muchos dijeron, no sólo ha ocurrido en Marbella, sino que afectaba a muchísimas zonas geográficas del país. A dos años de la reelección, el también presidente de la Sección Sexta analiza los desahucios y las cláusulas suelo, con resoluciones sobre estas últimas que han marcado la pauta de numerosos tribunales en todo el país.

¿Qué valoración hace de sus tres años de mandato?

Han sido positivos. A pesar de que me han tocado los tres años de vacas flacas, cuando todo eran restricciones y había poco que hacer, porque si no hay medios hay poco que hacer. Sin embargo, hemos conseguido llevar la Audiencia de una forma muy digna, hemos sacado los macroprocesos que estaban en trámite, porque desde entonces han salido el caso Minutas, con la ejecución de la sentencia, y la entrada de Del Nido en la cárcel; después hemos tenido el caso Malaya y la Pantoja, el caso Nilo, que luego se difuminó un poquito... Con esos mimbres que teníamos creo que lo hemos hecho bastante bien. Además, con todos los respetos a los sustitutos, creo que la crisis nos ha demostrado que podemos vivir sin ellos.

¿Sin jueces sustitutos?

Siempre he sido muy crítico con los jueces sustitutos y los magistrados suplentes, no se puede improvisar a un juez, un juez necesita después de los años de preparación para superar la oposición un año en la escuela judicial, otro año haciendo prácticas... los jueces son como el buen vino, se hacen poquito a poco, con solera, con los años. Colocar cuando falta un magistrado un sustituto que ha sido nombrado porque ha visto aparecer en el BOE la convocatoria, con una entrevista muy simple en Granada, se le ha dado el nombramiento, y van pasando por Contencioso o Civil... Al que le toque ese día su juicio no se le podían dar las garantías de un juez de carrera. Esto se ha dejado en sus límites razonables y la intervención de los sustitutos es mínima.

Creo que también está contento con el aumento de magistrados en las salas civiles y penales de la Audiencia...

Era uno de los problemas endémicos de la Audiencia de Málaga. Hemos conseguido que las cinco secciones penales tengan cuatro magistrado y dos de las penales tengan cinco. Eso es un gran logro, sobre todo por las salas penales, porque sistemáticamente éstas, cuando había un macroproceso y teníamos que liberar al ponente del trámite ordinario para que se centrara en ese juicio, se quedaba coja la Sala. Y lo mismo ocurría con el tribunal del jurado, pues dejaba al tribunal con dos magistrados. Ahora se garantiza el funcionamiento acorde y homogéneo, porque esos jurados y macroprocesos se van a ir haciendo dentro de una misma sección de una forma rotatoria.

Ahora viene la segunda generación de macroprocesos y me refiero a Arcos, Astapa, Fergocon, El Pinillo, Ronda o Casares. ¿Están preparados para ello?

Estamos ansiosos de que vengan para poder sacarlos de una vez, porque algunos de ellos llevan demasiado tiempo en instrucción. Bueno el caso Astapa no va a venir. A Astapa le queda mucho tiempo.

¿Están preocupados con Astapa?

Sí, bastante. Según la información recabada no tiene la culpa el órgano jurisdiccional, es un proceso que desde el principio, por el volumen enorme de la documentación encontrado en los registros, la policía tiene que estar elaborando los informes y en las secuencias del juzgado siempre están pendientes de la provisión de datos nuevos que va aportando al superproceso, y también de los informes tanto de los peritos urbanísticos como los contables. Pero eso va muy lento y lo sabemos. No depende del trabajo del juzgado sino de que la policía termine ya de una vez de remitir toda la documentación que le falta por remitir y que los peritos acaben de traer todos sus informes, y los que serán necesarios que aparezcan cuando venga esa segunda remesa.

¿Se ha avanzado algo en la lucha contra la corrupción en la Costa del Sol?

Yo creo que lo que se ha demostrado ahora es que no solamente en Marbella había corrupción, sino que es un mal que desgraciadamente se encuentra bastante generalizado y es muy escandaloso. La corrupción empapa y lo corroe todo y la apariencia es penosísima. Es como la sangre, muy escandalosa. Cuando se determina y se localiza, y es un funcionario y un político mancha y contamina a toda la institución. Lo que hay que hacer es descubrirlos, depurar las responsabilidades y hacer como hasta ahora, que no se está dando ningún tipo de indulto ni de remisión condicional. Oponernos a todo lo que sean medidas de gracia de las personas que, debidamente juzgadas y comprobado el delito, han sido penadas con el cumplimiento íntegro de las penas, como ha pasado ahora con Pantoja.

Entonces, lo de enviar a Pantoja a prisión ha sido decisión de la Sala pero responde a una especial dureza de la Audiencia contra la corrupción...

Como se ha visto, en todos los casos que ha habido de corrupción la gente ha ido a la cárcel.

¿Está de acuerdo con la decisión de la Sección Segunda de enviar a la cantante a prisión pese a tener derecho a la suspensión de la ejecución de su condena a dos años de prisión por blanqueo de dinero?

Coincidimos. Puedo asegurar que yo no tenía ninguna información de la Sección Segunda y la semana en la que resolvió y que yo hice alguna declaración, porque creo que la ciudadanía debe estar informada de lo que ocurre a través de la prensa. Yo respondí y satisfactoriamente para mí luego la respuesta de la Sección Segunda fue en el mismo sentido que yo había dicho.

El tribunal habló de ejemplaridad en su auto...

El tribunal debe tener una sintonía con la población, porque el artículo 117 de la Constitución española dice que la justicia emana del pueblo. El juez tiene que ser acorde con la sensibilidad social, y eso nos empuja en este momento a que no se impongan medidas de gracias o paliativas de la aplicación de la pena. Y así se está produciendo. También ha ocurrido que en este caso ha coincidido con el descubrimiento de otros casos de corrupción en Madrid, y la alarma social está legalmente contemplada para aplicar prisiones provisionales. Es uno de los motivos por el que el juez debe ingresar en prisión a una persona, por peligro de fuga o haya causado gran alarma social.

El de la alarma social es un concepto que manejan los tribunales también, ¿no?

Son conceptos que no son valorables, la justicia no es justiciera, el pueblo es justiciero y el pueblo está demandando de la justicia la aplicación de unos determinados extremos. En penología se estudia la finalidad de la pena: el principio de prevención general y el especial. El primero es el que yo creo que es necesario aplicar, porque como vemos que esto de la corrupción no cesa y todos los días se están produciendo casos de corrupción, esto se hace para que todo el mundo que se encuentre en esta situación vea que se le va a coger, que no piense bueno, malverso, me pillan o no me pillan... No, que vean que no. Y el especial se hace para que la persona condenada no lo vuelva a hacer. ¿Adónde va dirigido? Al delincuente que no tiene sensación de haber cometido ningún delito. Porque si entiende que no ha cometido ningún delito, pues puedo volver a cometerlo. Es mejor para evitar que eso se pueda producir ingresarlo en prisión. Hay que aplicarle la pena para que sepa que eso no se puede hacer. Y eso es una verdad material y formal.

La Ley de Tasas ha coincidido con su mandato. Parece que ahora se va a reformar...

Todo cuesta dinero. Una tasa es un precio público que no cubre el valor del servicio. Una pequeña tasa, por ejemplo, se paga en la universidad. Y con las tasas judiciales no se paga el coste de la justicia. Los litigantes en justicia no son siempre personas sin recursos, sino los bancos, empresas o compañías de seguros, que hacen reclamaciones de deudas, ¿les vamos a financiar a todas ellas? Está bien que paguen una pequeña tasa. Y, además, en los procedimientos las tasas se incluyen en las costas y las paga la persona que obliga al otro a litigar. Lo que es un disparate es que a un ciudadano normal para poner un recurso deba pagar 800 euros en civil, eso es un disparate. Parece que eso está en revisión, y el que no tenga bienes no paga tasas, sino que se beneficia de la justicia gratuita. Hay que graduarlas y ponerlas de forma que no hagan en ningún caso imposible el acceso a la jurisdicción porque se afecta el derecho a la tutela judicial efectiva.

¿Habrá partido judicial único en Málaga? Catalá, el sustituto de Gallardón, ya ha dicho que se van a revisar muchas leyes, aunque lo cierto es que ese proyecto de ley levantó muchas críticas, por ejemplo, en algunos partidos judiciales como Antequera, que tiene colegios propios de abogados y procuradores, Marbella o Ronda...

Eso se va a aplicar. En eso están de acuerdo los grandes partidos del país, el PSOE y el PP, ahora hay otros partidos que a lo mejor tienen otras ideas, la estructura del partido judicial está obsoleta, y eso está acreditado, es muy rígida. ¿Qué ocurre con el tribunal de justicia única? Pues como con los forenses. Todos radicados en Málaga y, cuando hay un cadáver, acuden, pero las autopsias se hacen aquí. Antes había un forense en cada lado. Con los jueces pasa igual, nadie dice que vaya a desaparecer el juzgado de Antequera o Ronda, sino que los jueces que estén allí dependerán del tribunal de instancia único y se mandarán los elementos únicos y necesarios con un simple acuerdo del presidente. Si hace falta que haya allí dos instructores permanentes en Antequera los habrá, pero si hacen falta aquí habrá que traerlos. Es muy flexible.

«Tengo ocho quejas abiertas contra jueces y aún no sé por qué»

¿Está más tranquila la cosa con los abogados?

No me consta ningún incidente con los abogados. Los jueces, abogados y fiscales pertenecen a la Facultad de Derecho, muchos de ellos se conocen y han compartido las aulas, saben mantener su posición y estar en su sitio durante un acto procesal y es encomiable que, con la problemática que hay en Málaga, con los juzgados, y el número que hay, y que trabajamos con la máquina muy forzada, no se produzca ningún tipo de incidente. Distinto es determinadas actitudes que yo todavía no entiendo por parte del decano del colegio, que no me ha podido nunca explicar, ni siquiera me ha llamado para decírmelo. Yo tengo ocho expedientes abiertos de queja, porque me merece mucho respeto cuando el decano del colegio me manda diciendo que ha sido acordado en la junta de gobierno y he incoado los consiguientes expedientes, y he dado parte al CGPJ y le pido que me mande explicaciones de qué fue lo que ocurrió en seis juzgados de Instrucción de Málaga y en dos juzgados de lo Penal, y lo he reiterado tres veces y no he obtenido respuesta. Lo que no se puede es considerar que es una pataleta infantil del presidente el que se encuentre molesto porque el decano haya denunciado a ocho jueces que realizan sus servicios en Málaga, y no le dé justificación de por qué. A lo mejor puede ser como la queja recibida del juzgado de Archidona donde un abogado manifestaba haber sido terriblemente vejado por la juez porque en una vista le sonó el móvil y lo atendió y la juez le dijo que no podía atenderlo y lo apagase. Y puso una queja diciendo que había sido terriblemente vejado. La próxima vez debe apagar el teléfono antes de entrar.

La ciudadanía está contenta de la decisión de la Sección Sexta sobre las cláusulas suelo...

Fue una decisión ajustada. Si el Supremo parecía que tenía una jurisprudencia distinta en el caso de las acciones de cesación de la Ley de Consumidores y Usuarios, parece que cuando el caso es una acción individual de nulidad instada por un ciudadano por la cláusula suelo que en cada caso se le ha aplicado en su hipoteca, el Supremo responde que efectivamente hay que devolver lo pagado de más.

Es decir, que el Supremo les ha dado la razón...

El Supremo no se pronunció sobre devolución de cantidades porque nadie se lo había pedido y luego dijeron aquello de que podía afectar a la devolución de la economía nacional. Nosotros como lo que vimos son acciones de particulares, de un señor con su hipoteca con una determinada entidad dice esto es nulo, no me enteré, no se me explicó, y hemos dicho que la cláusula está viciada, es nula, y lo cobrado de más a este señor se le devuelve. Y generalmente las indemnizaciones en estos casos son ridículas para un banco.