­Anuncian un cambio de ciclo, el final del proyecto de Francisco de la Torre en las próximas elecciones, el agotamiento de un modelo que consideran que frena el desarrollo de la ciudad y no responde a sus verdaderas necesidades. Las intervenciones de los portavoces del PSOE e IU no ahorraron críticas a Francisco de la Torre en el Debate del Estado de la Ciudad, con la mirada ya puesta en las elecciones municipales de mayo.

María Gámez, portavoz del PSOE, fue quien más insistió en que estaban ante un pleno «único» por intuir que «no habrá el próximo año otro debate igual ni con los mismos interlocutores ni con los mismos en los mismos sitios». Y no le falta razón si las proyecciones de las encuestas se cumplen.

En esta línea, la portavoz socialista fue muy dura e insistió en que De la Torre «sólo es útil para un partido que no tenía otro recambio» y reiteró que los esfuerzos del alcalde «no sirven para arreglar los problemas de los ciudadanos». «Málaga necesita dirigentes que piensen más en el futuro que en el pasado», afirmó.

La crítica a De la Torre se centró en dos líneas argumentales principales: la desconexión con la realidad, que le lleva al derroche en proyectos «faraónicos», y la falta de ética en algunos comportamientos de los concejales del PP. Este punto fue polémico porque precisamente el alcalde sacó pecho en su intervención sobre la inexistencia de casos de corrupción, al menos en los juzgados, ya que se cuentan al menos dos dimisiones en legislaturas anteriores por supuestos tratos de favor.

Gámez se quiso mostrar como representante «de los ciudadanos» ante el pleno municipal, destacando que lo que realmente importan «son las personas, no el tablero», poniendo de relieve la falta de «permeabilidad» del alcalde a los problemas de los ciudadanos y su mala gestión en la política de empleo, extendiendo la precariedad.

El portavoz de IU se apoyó en numerosos datos para poner de relieve la pobreza creciente en la ciudad, con un incremento de la brecha social. Esto le sirvió para armar su discurso alrededor de esta realidad frente a las propuestas de inversión del equipo de gobierno del PP. El derroche y el endeudamiento son los dos principales males que detecta IU en la gestión municipal, negando la afirmación de Francisco de la Torre de que existe baja presión fiscal.

La segunda parte del discurso de Zorrilla se centró en proponer cambios en la gestión para atajar estos problemas. «Es imprescindible un cambio de rumbo en la inversión municipal y que todas tengan un criterio de repercusión comprobada en el empleo y en las rentas más desfavorecidas», aseguró el portavoz de IU, quien planteó una reducción de la carga fiscal y modificar los gastos municipales para conseguir 50 millones de euros.

Zorrilla considera que este dinero, eliminando «gastos superfluos y prescindibles» se podrá dedicar a un plan urgente de empleo en la ciudad, un plan de choque contra la pobreza y la desigualdad y remunicipalizar los servicios privatizados o externalizados, para asegurar empleo estable.