­El libro Las aves de la Gran Senda de Málaga, editado por la Diputación malagueña y escrito por el doctor en Biología por la Universidad de Málaga Antonio-Román Muñoz, desvela las 306 especies que pueden observarse en la provincia. La publicación se basa en un estudio realizado dentro del proyecto europeo Idara, en el marco de la Gran Senda, el recorrido circular de 655 kilómetros que discurre por la mayor parte de las unidades ambientales de la provincia con una doble finalidad: turística y educativa.

Al acto, celebrado en la librería Luces, acudió ayer el presidente del ente provincial, Elías Bendodo, junto a los diputados provinciales Marina Bravo y Jacobo Florido. Bendodo hizo hincapié en que el libro promueve «el conocimiento como el mejor medio para apreciar y disfrutar de un patrimonio natural amplio y valioso, por lo que resulta de utilidad tanto para los senderistas como para los turistas aficionados a la ornitología».

En el recorrido total de la Gran Senda de Málaga pueden observarse hasta 306 especies de aves, lo que supone aproximadamente el 70% del total de especies de Europa occidental. De éstas, hay un grupo de 77 especies que resultan de especial interés para los turistas ornitológicos, ya que no se encuentran en el centro ni en el norte de Europa.

En la guía se resuelven cuestiones como la idoneidad de los prismáticos a elegir o los detalles en los que centrar la atención para identificar correctamente una especie, y se ofrece una precisa información sobre las aves que pueden contemplarse en las distintas etapas de la Gran Senda. Con este trabajo se pretende contribuir a la sensibilización ambiental de la sociedad, ya que la observación ornitológica es una actividad placentera pero también una útil herramienta de educación ambiental.

El autor, Antonio-Román Muñoz, es un experimentado ornitólogo que conjuga su pasión por las aves con una sólida formación docente y científica. Además, ha contado con la colaboración de un nutrido grupo de fotógrafos de naturaleza, como Juan Luis Muñoz, y con la maquetación de Álvaro Sedeño.

Los británicos son los turistas más aficionados a la ornitología. Según la propia Diputación de Málaga, el perfil de los que vienen a avistar estas aves es «muy interesante» desde el punto de vista empresarial, ya que sus viajes suelen tener una duración de seis a siete noches y los turistas realizan un gasto en destino muy superior al que realizan otros perfiles que se dan en la provincia.

De la misma manera, suelen ser personas mayores de 45 años a los que, además del avistamiento de las aves, les interesa conocer la flora y se interesan por las condiciones ambientales del destino que visitan, añadieron desde la institución supramunicipal. Se organizan en grupos reducidos (de 10 a 15 personas) y además de los servicios de empresas especializadas (guías de naturaleza y guías ornitológicos) demandan servicios de calidad a la hora de elegir sus alojamientos y los servicios complementarios.