Cuatro años después de haber adquirido la manzana de los cines Astoria y Victoria por casi 22 millones de euros (21,7 millones) a la sociedad promotora Baensa, después de haber prometido durante estos años y en varias ocasiones la salida «inminente» de un pliego de condiciones para abrir un concurso público para dar un nuevo uso «cultural» a la manzana, el alcalde se descolgó ayer con unas palabras que aparcan indefinidamente cualquier actuación sobre estos edificios. Señaló que el concurso no tiene «suficiente maduración», algo que, tras el tiempo transcurrido, ha supuesto una gran sorpresa.

La última vez que el alcalde habló del pliego de condiciones del Astoria fue hace dos meses, el 25 de octubre, para asegurar que preveía que dicho pliego estaría listo «en muy pocas semanas», de tal modo que la recepción de ofertas pudiera abrirse antes de final de año.

En esas declaraciones de octubre señalaba que el pliego de condiciones sería «bastante abierto», contemplando «un componente cultural significativo» (de hecho, es condición sine qua non destinar la primera planta a la Fundación Picasso-Museo Casa Natal, precisó), y también «algo que sea interesante para potenciar turísticamente la vida de la ciudad».

Sin embargo, ayer el alcalde se desentendió de todo lo dicho hasta ahora y aseguró que consideraba «difícil» que antes de que concluyera el año se aprobara el pliego de condiciones del concurso para dar un nuevo uso a la manzana de los cines Astoria y Victoria. Es más, aunque se quiere sacar adelante «cuanto antes», eludió dar una fecha concreta.

«No está previsto que salga antes de final de año, trataremos de que sea cuanto antes pero no quiero poner fechas cuando veo que el tema está durando más de lo que yo esperaba», añadió.

De la Torre incidió en que el Consistorio quiere que el pliego de condiciones «salga muy bien y que no tenga fallos». Además de que se «dé camino a una fórmula que permita enriquecer la ciudad sobre esa parcela y difícil es que esté antes de final de año».

admitió que este asunto «está durando más de lo que yo esperaba» y, aunque el deseo municipal era aprobarlo antes de finalizar el presente ejercicio, De la Torre manifestó que la realidad «es muy tozuda, y quiero ser realista».

El regidor indicó que el equipo técnico que está con el pliego «no lo ve con la suficiente maduración en cuanto a que nos permita tener unos equipamientos culturales importantes en la ciudad y, al mismo tiempo, que sea sostenible económicamente». «Se quiere hacer lo mejor posible, simplemente», concluyó

¿Dónde nacen las dificultades que hacen que el proyecto esté, según el alcalde poco maduro? La principal dificultad es lógicamente económica, ya que el pliego en sí no es nada si no se encuentra a un socio privado que quiera desarrollar y explotar un proyecto principalmente cultural.

Se plantea también si el pliego debe incluir una doble opción que permita al adjudicatario bien rehabilitar o bien demoler el inmueble. Dependiendo de una u otra opción los costes varían con cálculos que van entre los 10 y los 15 millones.

Una tercera cuestión es dilucidar el canon que deba pagar el concesionario en función de los años de explotación. Es decir, la dificultad estriba en encontrar una empresa dispuesta a gastar más de 10 millones de euros y que además aporte anualmente un canon.