El sector de la construcción sigue en horas bajas aunque algunas voces señalan ya que 2015 podría ser el primer año el que se retorne a la senda de un tímido crecimiento. La mejor noticia de este 2014 ha sido el enorme tirón de las compras de viviendas por parte de extranjeros e inversores, que han ayudado a sostener el mercado y a seguir dando salida al stock de pisos -entre 15.000 y 30.000- que todavía acumula Málaga como herencia del boom inmobiliario. Esta tendencia ha venido también facilitada por al asuste del 38% que acumula el precio de la vivienda en la provincia desde que estalló la burbuja en 2008. Este año, y hasta el mes de octubre, se han vendido en Málaga unas 18.000 viviendas, casi un 10% más que a estas alturas del pasado año, según el INE. Se calcula que entre un tercio y la mitad de estas casas -depende de la estadística que se tome- han sido adquiridas por extranjeros. La mayoría, además, fueron abonadas sin hipoteca de por medio.

El vigor del mercado extranjero y las compras de inversores están contribuyendo a que el sector «pueda llora con un solo ojo», según reconoce el presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), José Prado, aunque la construcción, asegura, sólo comenzará a recuperar el pulso cuando el comprador de la propia tierra vuelva a incorporarse a la compra. Y eso, ahora mismo, está aún lejos de producirse. Según la ACP, la demanda natural de la población malagueña -estimada en condiciones normales en unas 20.000 viviendas al año- no se recuperará hasta que la tasa de desempleo comience a bajar de forma clara y los bancos no reabran de forma decidida el canal del crédito.

Esta falta de demanda ha llevado a que los promotores sigan agazapados sin comenzar a desarrollar nuevas de obras, a excepción de algunas promociones en el siempre dinámico entorno de Marbella. Según los datos del Colegio de Arquitectos de Málaga, el visado de nuevos proyectos de vivienda -indicador que marca la actividad a futuro del sector de la construcción- mantiene este año un descenso acumulado del 24% en relación al ejercicio anterior, que ya fue de por sí el más flojo en Málaga desde los años 60. Los últimos datos del tercer trimestre sitúan el total provisional de 2014, a falta del último trimestre, en 584 proyectos. El descenso es del orden del 98% si lo comparamos con los años del boom inmobiliario.

Repunte de la obra pública. Una buena noticia para el sector también es el repunte de la obra pública sacada a concurso por las administraciones en este año preelectoral en Málaga, y que constituye una valiosa fuente de actividad en el segmento de obra civil. El volumen de licitación casi ha triplicado sus cifras en este 2014 tras haber tocado suelo durante los dos ejercicios precedentes, según los datos de la ACP y la Cámara de Comercio. Se computa así hasta la fecha un incremento del 191% en la inversión, con un total de 253,3 millones de euros licitados hasta septiembre.

Eso sí, las espectaculares subidas, que en el caso más extremo casi triplican los guarismos de 2012 y 2013, obedecen en parte a que venimos de cifras históricamente bajas que resultan muy fáciles de superar -el pasado año se licitaron en la provincia 144 millones, cifra muy alejada del récord de 1.495 millones del año 2007-. No obstante, tanto la Cámara como la ACP reconocen que los datos de 2014 son «positivos» y que la actitud de las administraciones parece estar cambiando, ya sea por la cercanía de las elecciones o por el convencimiento real de que es necesario reactivar la inversión. El sector recuerda que 1.000 millones de licitación en obra púbica en Málaga equivalen a la generación y mantenimiento de unos 30.000 empleos.