El año que comenzó ayer, 2015, viene preñado de citas electorales: los malagueños deberán votar, como mínimo, en las municipales, unos comicios que se celebrarán en mayo. Si las autonómicas se adelantan y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no fecha las generales a principios de 2016 -lo que se está planteando para dar tiempo a que se consolide la supuesta recuperación económica-, probablemente deba ir usted tres veces a depositar la papeleta en la urna. Así, la precampaña ha llevado a todas las administraciones, sea cual sea su signo ideológico, a presentar una batería de congelaciones o bajadas en los impuestos y los precios de los servicios públicos, lo que supone una verdadera revolución si se tiene en cuenta que los españoles llevamos apretándonos el cinturón cinco ejercicios.

El mantra del recorte y del aumento de la presión fiscal para aumentar la recaudación han ahogado a los ciudadanos desde hace años y llama la atención esa ruptura total de las administraciones en relación a ejercicios anteriores en cuanto a su política tributaria, lo que no se explica más que por el runrún electoral. Es ahora cuando toca presentar proyectos y sacar pecho de los brotes verdes que Rajoy anunció hace unos días a bombo y platillo.

El Gobierno, por ejemplo, ha decidido subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2015, un tímido 0,5%, quedando la mensualidad en 648,6 euros, es decir, un incremento de tres euros. Las pensiones, la línea roja que se marcó el PP a su llegada a Moncloa el 20 de noviembre de 2015, se revalorizarán un 0,25%, un incremento que costará a la Seguridad Social 271,83 millones de euros, un 3% más que en 2014. No en vano, el Gobierno defiende la subida de ambos conceptos, aunque la oposición y los sindicatos recuerdan que todo ha de ponerse en contexto y, si el Índice de Precios al Consumo (IPC) vuelve a su senda alcista normal en años pasados, los crecimientos retributivos que palparían los pensionistas y aquellos que perciban el salario mínimo serían casi imperceptibles.

Estas subidas mínimas ahora ganan cuerpo precisamente porque el IPC cayó en diciembre un -1,1% interanual, sexta caída mensual consecutiva, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esa deriva bajista continuará al menos hasta abril, pero, según la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), este indicador se situará en 2015 en un +1,7%.

Asimismo, los empleados públicos han recuperado el 25% de su paga extra de 2012, lo que sin duda tendrá repercusión en el consumo a lo largo de estos días.

En cuanto a las hipotecas, continúan las buenas noticias. El diferencial del tipo de interés sobre el Euribor caerá por debajo del 1% antes de que finalice el primer trimestre de 2015, según el análisis del Observatorio de la Financiación Familiar de Agencia Negociadora. Ello supondrá que las nuevas hipotecas que se firmen tendrán un tipo de interés real inferior al 2%.

Pero si hay unas cartas buenas con las que el Gobierno cuenta para llegar con vida y esperanza a la cita electoral de noviembre de 2015 -si no retrasan las generales a enero, como pretende el consejero áulico de Rajoy, Pedro Arriola-, es la reforma fiscal, una redefinición del sistema impositivo español que ha irritado a Bruselas y a la oposición.

No en vano, la reforma inyectará liquidez a las familias, de tal forma que dejará entre 250 y 350 euros anuales por contribuyente, según la renta. Un ejemplo: un trabajador sin hijos con rentas de 20.000 euros al año. En 2015, esta persona verá cómo se le retiene un 12,25%, con lo que ahorrará un 12,5% respecto al año anterior, de tal forma que va a disponer en su salario de 29 euros al mes adicionales. Si se trata de un trabajador con tres hijos con rentas de 30.000 euros brutos anuales, el incremento salarial puede llegar a los 100 euros.

Entre 2015 y 2016, el Gobierno devolverá 9.000 millones de euros a los ciudadanos. La rebaja media del IRPF es del 12,5%. Los autónomos y profesionales ven reducida su retención en el IRPF del 21% al 19%, el Impuesto de Sociedades, clave para crear empleo, baja al 28% en 2015 desde el 30%, mientras que el Impuesto de Valor Añadido (IVA) permanece inalterable.

Luz, agua, gas y butano... En lo que respecta a la electricidad para los hogares, el descenso del 4,9% en 2014 es el segundo anual consecutivo, con lo que se rompe una tendencia de subidas anuales continuadas de más de una década. La factura de electricidad de los consumidores industriales se ha abaratado un 1,5% en 2014.

En relación a los carburantes, el litro de gasolina es un 13% más barato ahora que hace un año, y el gasóleo se ha abaratado un 14,6%, reflejando así la bajada de los precios del petróleo.

En cuanto al gas que se consume en el hogar, la reducción estará en torno al 3,3% desde enero. El precio de la bombona de butano, por otra parte, permanecerá congelado en los 17,5 euros al menos hasta marzo. A partir de entonces, se esperan subidas.

Respecto al agua, Emasa ya bajó el recibo un 7,6% en julio al ingresar, tras un cambio en el sistema tarifario, tres millones de euros más de lo previsto, por lo que desde entonces ha devuelto 2,4 euros por factura -un total de 14,4 euros al año- a los ciudadanos. No se prevén subidas, pese a las críticas de algunas asociaciones de consumidores y la oposición. Telefónica congelará en enero el precio de la cuota de abono.

Tren, avión, autobús... El Ayuntamiento mantendrá en 2015 intactas las tarifas del autobús, de tal manera que el billete ordinario se mantiene en 1,30 euros y la tarjeta de 10 viajes, en 8,30.

En cuanto al tren, Renfe sube un 1,85% los billetes de los Cercanías, Media Distancia -tanto convencional y Avant- para 2015. El AVE continuará con los mismos precios. Por otro lado, Fomento decidió en abril finalmente congelar las tarifas aeroportuarias. Correos, por su parte, subirá un 10,5% el precio de los sellos para el envío nacional.

Tasas municipales. En la batería de impuestos que controla el Ayuntamiento, la norma es la bajada, en el menor número de casos, o directamente la congelación, eso sí, después de fuertes subidas experimentadas en los años anteriores.

Así, el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) bajará una media de 7,20 euros para comercios y edificios singulares. En lo que a viviendas de uso residencial respecta, la caída es de 2,31 euros. En concreto, la bajada se sitúa en el 2,33%, ya que se prevé recaudar tres millones de euros menos. El Impuesto de Plusvalía (IVTNU), una vez que se actualicen los valores catastrales, podría registrar una caída del 22%.

Se congelan las tasas por ocupar suelo público con quioscos, mesas, sillas o toldos, al igual que ocurre con el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica, y el de vados se reduce un 2% para viviendas unifamiliares con un máximo de tres plazas. Al Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) se le introduce una bonificación del 50% a favor de organizaciones sin fines lucrativos.

Asimismo, no suben las tasas de los parking de rotación, las de SARE ni las de la grúa, que seguirá costando 74,24 euros. Así, los conductores podrán respirar más tranquilos.