El sueño de Antonio Jiménez y su equipo no es otro que el de identificar factores genéticos o alteraciones moleculares para afinar en el tratamiento de la leucemia aguda. Llevan quince años tratando de identificar factores de riesgo para saber a qué atenerse. El equipo, compuesto por cinco investigadores, tiene un objetivo doble: conocer cómo puede afectar el tratamiento para saber si necesita que sea agresivo o no pues, en caso de no necesitarlo, lo podrían evitar y así sus efectos adversos y el daño a las defensas. «En la investigación se trata de identificar esos factores genéticos que luego vemos en pacientes con el mismo subtipo que han recibido el mismo tratamiento. Entonces, vemos cómo influye ese factor genético en la supervivencia», dice. Y es que admite que es vital conocer a aquellos que van a tener peor pronóstico y que, incluso, necesitarán un tratamiento más agresivo o un trasplante, pues muchos no disponen de mucho tiempo y es fundamental conocer el momento idóneo para recibirlo y enfrentarse a la enfermedad. Tras más de quince años centrados en esta investigación, ahora están prestando aún más atención a la leucemia aguda pediátrica, aunque la investigación también está dirigida a encontrar fármacos que hallen otra diana terapéutica. No obstante, admite la lentitud para tener resultados. «Aunque saquen resultados muy novedosos, estos luego tienen que ser contrastado por otros grupos. Pero es normal, en investigación hay que ser prudentes», dice.

Pero la Unidad de Gestión Clínica Intercentros de Hematología tiene más líneas de investigación abiertas. Una de ellas versa sobre la utilización adecuada de los ingresos y estancias hospitalarias en el servicio de hematología de tercer nivel. Otro trata de conocer la seguridad del tratamiento con anticoagulantes por vía oral, mediante el estudio de la incidencia de hemorragias mayores en pacientes de la provincia. También estudian el quimerismo hematopoyético en el trasplante de órganos sólidos. Desde hace unos diez años, el grupo de Trasplante y la Unidad de Biología Molecular del Servicio de Hematología, estudia que tras un trasplante de órgano sólido aparezcan células hematopoyéticas del donante en la sangre del receptor. Asimismo, tiene en marcha la unidad de evaluación de pacientes con Hemofilia A, que cuenta con una seroteca de pacientes con hemofilia para garantizar el seguimiento en relación a la evolución y seguridad del tratamiento de pacientes hemofílicos. Otro de las investigaciones está centrada en la seguridad en el tratamiento anticoagulante oral para conocer la incidencia de complicaciones hemorrágicas mayores en el sistema sanitario público.