La Unidad de Gestión Clínica de Endocrinología de Málaga, dirigida por Francisco Tinahones, es una de las joyas de la corona de la investigación en Málaga. El equipo, compuesto por cinco investigadores seniors, seis predoctorales y cinco postdoctorales llevan varias líneas de investigación.

Una de ellas busca los mecanismos que ligan la obesidad al cáncer porque, según Tinahones, los pacientes obesos tienen más prevalencia para desarrollar tumores: las mujeres de útero y los hombres en el tracto digestivo. «Estamos estudiando cómo la grasa abdominal puede influir en el desarrollo del cáncer de colon», señala el endocrino, que informa de que otra de las líneas busca la respuesta a que ciertos obesos severos no tengan otras patologías clásicas ligadas a la propia, como la diabetes o el cáncer. «La idea es buscar posibles dianas terapéuticas , saber porqué son resistentes y así ver sus mecanismos para activarlos en el resto de obesos, en los que sí tienen problemas», dice.

Otra de las líneas de las que el equipo se siente especialmente orgulloso es la influencia de los microorganismos que habitan en el intestino sobre enfermedades metabólicas como la obesidad o la diabetes tipo 1. «También hay algunos que pueden producir sustancias tóxicas que incrementen la resistencia a la insulina», señala el médico, que dice que pronto empezarán a investigar casos de hipotiroidismo.

Además de estas, hay sublíneas con nueve proyectos de investigación financiados por agencias públicas a nivel nacional y otros que comprenden ensayos clínicos para probar productos para diabetes en etapa precoz. Según señala, ahora se está trabajando en medicamentos que facilitan las farmacéuticas que podrían ayudar a que la diabetes tipo 1 no sea tan agresiva en los primeros años. «Está huérfana de tratamientos y trabajando en moléculas para que su evolución sea mejor y no tenga tanta necesidad de insulina», señala Tinahones, que afirma que todas las líneas de investigación tienen una producción alta con hasta 50 publicaciones en revistas, cuyos resultados interesan a los científicos a nivel mundial. «Hay algunas patentes que se están tramitando, produciendo resultados atractivos para los investigadores e incluso para empresas», destaca el investigador, que informa de que se está trabajando con las empresas para producir probióticos para mejorar la obesidad, la diabetes tipo 1 y la 2.

Y es que el laboratorio en el que trabajan no cesan de hacer hallazgos. Tras ello hay muchas horas de trabajo y conceptos como el altruismo. «Hay gente que tiene que ir el fin de semana, es una labor encomiable porque se olvidan de su horario de trabajo», afirma Francisco Tinahones, que señala que, a pesar de los esfuerzos, investigar es muy gratificante, pues cuando salen los primeros resultados y la comunidad científica lo acepta, esto implica un reconocimiento nacional e internacional que satisface al investigador, cuyo fin último es dar respuesta a problemas clínicos de los pacientes que tratan.