­El pasado 4 de diciembre presentó su último libro El Arca de Noé. La escuela salva del diluvio en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México). Está editado por ITESO y la Universidad de Guadalajara, que patrocina esta feria, la más importante del mundo en lengua española; un acontecimiento espectacular. Miles de libros, centenares de editores, distribuidores, libreros, y lectores€ Innumerables actos y actividades. Avalanchas de visitantes, entre ellos muchos alumnos. Un mundo deslumbrante y abrumador para Miguel Ángel Santos Guerra, doctor en Ciencias de la Educación y catedrático emérito de Didáctica y Organización Escolar en la UMA, quien considera que la Lomce supone un retroceso del sistema educativo.

¿El Arca de Noé... Por qué un título tan metafórico?

En una pequeña localidad argentina vi una escuela que tenía este nombre: El Arca de Noé. Me pareció una hermosa y certera metáfora de la escuela como institución salvadora, como gran mezcladora social. Fuera de la escuela no hay salvación de la ignorancia, de la discriminación, de la injusticia. El movimiento de la Home School puede suplir a la escuela en algunos aspectos pero no en los vinculados con la convivencia y el aprendizaje práctico del respeto a la dignidad de todos los seres humanos.

¿Qué cuenta en su libro? ¿Qué pretende con él? ¿Cuál es la estructura que lo sustenta?

El libro pretende ser un alegato a favor de la escuela, de la educación, de la tarea de educar y de los profesionales que se dedican a la enseñanza en cualquiera de sus niveles. Se articula sobre cuatro ejes temáticos que desarrollan la metáfora del título. El océano proceloso (la cultura en la que se encuentra inmersa la escuela), el Arca salvadora (las características de la institución educativa, los valerosos tripulantes, los profesionales de la educación) y la difícil navegación (el arte complejo de educar). Los textos que desarrollan estos cuatro ejes temáticos han sido publicados previamente en La Opinión de Málaga. En total, 84 textos que pueden leerse en mi blog El Adarve.

¿La escuela navega en un océano proceloso?

La escuela tiene que ser una institución contrahegemónica ya que la cultura neoliberal en la que navega contradice los presupuestos de la educación. La cultura neoliberal se sustenta en el individualismo, la competitividad, el eficientismo, el relativismo moral, el olvido de los desfavorecidos, la privatización de bienes y servicios, la reificación del conocimiento, la hipertrofia de la imagen€ Mientras que la escuela busca la solidaridad, la compasión, la preocupación por los desfavorecidos, el respeto a la dignidad humana, el valor de las esencias€ Hay también un contexto digital que no puede ser ignorado: la escuela no puede estar de espaldas a las exigencias educativas de los nuevos tiempos. Y un contexto institucional que está marcado por las leyes y por la estructura y funcionamiento de las escuelas. Y ahora, este contexto en España no es muy halagüeño.

Ha entrado en vigor la Lomce después de una agria polémica que ha enfrentado a prácticamente la totalidad del sector educativo con el Gobierno y el ministro Wert. ¿Es una ley tan mala como la pintan? ¿Algo bueno ha de tener?

Cuando el ministro dice que hay problemas en el sistema educativo y que por eso es necesario hacer algo, comete un craso error. Hace falta hacer algo, pero no cualquier cosa. Si un enfermo está grave porque no puede respirar no bastará con darle una aspirina. ¿No llama la atención que el mismo ministro que firma una ley para mejorar la calidad de la educación sea el mismo que aumenta el número de alumno por aula, que recorta presupuestos en educación, que endurece las condiciones de trabajo de los profesores? ¿No es llamativo que la ley no tenga el respaldo de un solo voto del arco parlamentario que no sea del partido del Gobierno? ¿Cómo no han sido capaces de negociar con otras fuerzas políticas, sindicatos o asociaciones? No me gusta la ideología de la Lomce. La he calificado como de ley cruel. Porque se estrellarán contra ella los más débiles, los más pobres, los más vulnerables. No me gusta el concepto de evaluación que maneja la ley. Se menciona la palabra evaluación más de cien veces. Le he recordado al ministro que más importante que pesar el pollo, es necesario dedicarse a engordarlo. Y cuidar de los pollitos que no dan el peso. No me gusta que haya clases de religión en la escuela. Para eso están las parroquias. No me gusta que se haya reducido el poder de los Consejos Escolares, dejándolos reducidos a meros órganos de consulta. No me gusta que se haya potenciado el poder unipersonal en las escuelas, frente a la posibilidad de haberlo democratizado. No me gusta el adelanto de la edad de elección de itinerarios y tampoco la propuesta que hace a los alumnos menos brillantes de optar por la nueva FP Básica ya en segundo de la ESO.

La Junta se ha caracterizado por hacer una férrea oposición a la reforma educativa desde Andalucía. ¿Ha acertado en sus planteamientos?

Claro que han acertado. Creo que esta ley encierra un retroceso devenir del sistema educativo.

Ahora se amparan algunas decisiones en los márgenes de autonomía que reserva la ley para aplicar la Lomce a su manera. ¿Es todo una cuestión de lucha partidista? ¿Quién está pagando las consecuencias?

No debería ponerse la educación al servicio de los intereses de los partidos. Deberían estos ponerse al servicio de la educación. Cuesta pensar que no se alcance un pacto sobre educación porque ya se saben muchas cosas a través de las investigaciones acerca de este asunto. Y también hay muchas experiencias que aportan luz esclarecedora acerca de los problemas que tenemos.

Usted es un apasionado defensor de la educación en valores. La Lomce trata de eliminar asignaturas como Educación para la ciudadanía. ¿Qué pueden perder los alumnos?

Entiendo que sin valores no hay escuela. Si todo el conocimiento que se adquiere en los centros sirviera para dominar, engañar y explotar mejor al prójimo, más nos valiera cerrarlas. Lo que estaríamos consiguiendo es hacer más sofisticada la ley de la selva. Antes, quien era más fuerte físicamente, dominaba al más débil. Ahora, el que sabe más, engaña al que no sabe. Lo he dicho muchas veces: fueron médicos muy bien formados, ingenieros muy bien preparados y enfermeras muy capacitadas en su oficio quienes diseñaron las cámaras de gas en la Segunda Guerra Mundial. Por eso me parece un error eliminar la asignatura Educación para la ciudadanía. Es necesario organizar la convivencia, aprender a respetarse. La oposición que tuvo, a mi juicio, no estaba bien fundamentada. Saber que en la sociedad hay una ley que autoriza el matrimonio homosexual no obliga a nadie a casarse con una persona del mismo sexo.