La Audiencia Provincial de Málaga ha condenado a cuatro años y nueve meses de cárcel a un vendedor de droga en silla de ruedas que, tras ser sorprendido en su actividad y cuando supo que iba a ser detenido, embistió a los agentes y llamó a amigos y familiares para que empujaran e insultaran a los funcionarios. Finalmente, para llevar a cabo su arresto, hicieron falta 12 patrullas de la Policía Nacional.
Según consta en la sentencia, a las 23.15 horas del 7 de mayo de 2012, en una calle del distrito Palma-Palmilla, un hombre fue sorprendido por funcionarios de la Policía Nacional cuando vendía droga a un toxicómano. En concreto, en ese instante le hacía entrega de un envoltorio de aluminio que contenía 0,03 gramos de cocaína a cambio de cinco euros, aclara el tribunal.
Dice la audiencia que el acusado se percató de la presencial policial y arrojó al suelo un paquete de tabaco «que contenía quince envoltorios similares al vendido». En concreto, había 0,75 gramos de cocaína con una pureza del 36%.
Asimismo, se le intervinieron otros ocho euros y cincuenta céntimos producto de sus actividades ilícitas, dicen los magistrados.
Cuando los agentes informaron al acusado de que iban a detenerlo, éste, que usa una silla de ruedas para desplazarse, «arremetió contra los funcionarios policiales y se agarró a una barandilla que había en el lugar, al tiempo que gritaba a amigos y familiares que bajasen a ayudarle».
Ello provocó que en el lugar de autos «se congregase una gran cantidad de personas que increparon y empujaron a los agentes a fin de impedir la detención del acusado, arresto que finalmente se llevó a cabo al acudir 12 patrullas de policía», considera probado la Audiencia Provincial.
Una vez en la Comisaría de la Policía Nacional, el procesado se dirigió a los agentes actuantes con expresiones tales como «perros» y les dijo que les iba «a pegar dos tiros». El encausado ha sido sentenciado por un delito contra la salud pública y un ilícito de resistencia a cuatro años y nueve meses de cárcel y multa de 150 euros.
