Habemus lista. Rápido, sin mucho ruido externo y con poco tiempo para las quinielas. Aventuraba el PSOE sorpresas y éstas no han sido muchas. Con la obligación de contentar a las agrupaciones y el convencimiento de que había que cambiar al máximo la lista actual, los socialistas han construido una candidatura para María Gámez en la que han evitado los experimentos (con los que siempre tropiezan) y han optado por lo orgánico. Hay renovación, la mezcla justa de juventud y veteranía e incorporaciones en los primeros puestos que eran más o menos previsibles. Desde hace meses se daba por hecho que Francisco Conejo iba a ser el segundo y que el delegado de Salud, Daniel Pérez, iba a ser el cuarto. Que esté Estefanía Martín Palop sorprende, sí, pero más por lo que se ha insistido en negar su presencia en la lista que por su proyección, que es mucha. Era lógico que el número 3, por eso de las listas cremallera, fuera para una mujer conocida y reconocida. Y Martín Palop aúna muchas cualidades que la convierten en la opción más adecuada. Tiene experiencia de gestión por su cargo como responsable provincial del IAM, una amplia capacidad de trabajo, presencia mediática y cercanía con la gente de la calle -un factor que tanto ha echado en falta el PSOE-. En el último año ha ido ganando responsabilidad política, es miembro de la ejecutiva de Pedro Sánchez y tiene absoluta complicidad con el secretario provincial, Miguel Ángel Heredia. Además, con su inclusión en tan destacado puesto se le hace un guiño a la agrupación de El Palo, que tantos dolores de cabeza había dado en el pasado.

También es cercano a la dirección Daniel Pérez, quien nunca ha ocultado su predilección por lo municipal, y cuya carrera ha sido fulgurante desde los tiempos en los que compartía viajes a Madrid y sillón en el Congreso con Heredia. Pérez, de perfil cercano, aceptó el reto de estar al frente de la rocosa Delegación de Salud, a la que ha echado muchas horas, intentando dar solución a problemas heredados y en tiempos difíciles de recortes. Además, ha ganado en presencia social en ámbitos más allá del sanitario.

Ambos son bazas seguras de la dirección provincial. Y ambos se posicionarían en un lugar destacado para dar el salto en el caso de que Gámez abandonara la vida municipal. Es un escenario que no se descarta. Alguno se daría por satisfecho con seis o siete ediles -la verdadera pelea interna ha sido por esos puestos- y hay quien se ve otros cuatro años más frente a De la Torre. Si es así, si María Gámez se va, por ejemplo, al Parlamento, habría que nombrar nuevo portavoz y si Conejo se centra en la Diputación€ pues lo lógico es que la pelea esté entre la 3 y el 4. Y que quien se coma el regalo de estar esos cuatro años sea el siguiente candidato. Dicho queda. El otro escenario es un resultado electoral que permita acceder al sillón de la alcaldía, siempre en compañía de otros. La irrupción de Podemos, el desgaste del PP y el hastío ciudadano abren un horizonte lleno de incógnitas en el que los socialistas podrían salir beneficiados siempre que haya quien quiera pactar con ellos. Y por esa razón, la dirección provincial ha querido construir una lista que desde su punto de vista esté preparada para gobernar y en la que han tenido más que ver Heredia y Conejo que la propia Gámez. Ésta ha logrado que gente de su confianza como Lorena Doña esté en puestos destacados, pero la mano de la dirección se ve claramente en la entrada de nombres como Rafael Gálvez, un hombre cercano a ambos, comprometido, trabajador y que va a sorprender a muchos en positivo, y de María del Carmen Moreno, la número 5, que lleva años como técnico del grupo municipal y que conoce mejor que nadie los entresijos de los pasillos municipales, toda una baza a favor de la candidatura y un reconocimiento a la labor callada y discreta que ha venido realizando en este tiempo.

Las previsiones se han cumplido también en el caso de José Carlos Durán, responsable de Juventudes Socialistas de Andalucía, que salta al número 6, y también está el responsable de Juventudes en Málaga, Sergio González, aunque en puestos más discretos.

La parte de experiencia en el salón de plenos la ponen Begoña Medina y Sergio Brenes, que han logrado salvarse de la «quema» y que hasta las municipales seguirán trabajando con visos de futuro, unas expectativas que no tendrán todos los que se quedan fuera -cosas de presentar tan pronto la lista-.