Manuel Gordillo es un experto en Derecho, con una larga experiencia cofrade en Mena donde ejerce como primer teniente de hermano mayor de Antonio González. Desde el miércoles también es el comisario diocesano para regir a la cofradía de las Penas y poner orden en su proceso electoral. Ante sí tiene abierto el conflicto sobre la gestión del censo de hermanos y la aplicación de la Ley de Protección de Datos, que ha generado un duro enfrentamiento entre los candidatos a hermano mayor y la intervención episcopal. Gordillo ya ha mostrado su disposición a buscar una salida, que espera consensuada y lo más rápida posible.

¿Qué es un comisario? ¿Cuáles son sus funciones?

El comisario es un hermano mayor no electo, nombrado por el Obispado, que auna las funciones de hermano mayor y su junta de gobierno. Puedo solicitar la asistencia de alguna persona para ejercer mis funciones, comunicándolo al Obispado para que dé el visto bueno previamente.

¿Tiene previsto contar con alguien?

Si somos capaces de llegar a un consenso, elegiré a gente de la cofradía. Si no, será alguien ajeno.

¿Qué ambiente ha encontrado en la cofradía de las Penas tras su primer contacto?

El miércoles pasado, el mismo día de conocerse mi nombramiento por parte del Obispado, tuve la primera reunión oficial con la actual junta de gobierno cesada, cambiando impresiones con ellos. El ambiente fue muy bueno y positivo. Creo que, entendiendo el dolor que genera la circunstancia actual, me acogieron con respeto y quedó claro que no soy enemigo de nadie.

Uno de los aspectos que más preocupa es el tiempo que durará su gestión en la cofradía de las Penas. ¿Se ha puesto algún plazo?

El plazo es subjetivo, aunque mi intención es resolverlo lo antes posible. No obstante, hasta que no esté convencido de que el problema que hay esté resuelto no daré por terminado mi trabajo, una vez que hable con los candidatos y consensúe la solución para que no se dude de la limpieza de este proceso electoral.

¿Qué pasará con la Semana Santa? ¿Se celebrarán las elecciones antes?

Estamos pendientes de una consulta vinculante que ha hecho el Obispado de Málaga a la Agencia de Protección de Datos. Dependerá de cuándo llegue esta resolución que se ha solicitado para poner en marcha el proceso. De todas formas, lo que haga estará consensuado con los dos candidatos y, si no se alcanza un acuerdo, tomaré una determinación. No obstante, si existe una posibilidad de acuerdo, se buscará. Quiero que sea la propia hermandad la que decida y no me gustaría interferir en el proceso.

Mientras llega esta resolución, ¿en qué avanzará para tratar de encontrar esa normalidad a la que todos aspiran en las Penas?

Abriré un plazo de consulta del censo extraordinario, consensuado con los candidatos, para que todos los hermanos puedan conocer su situación en la hermandad, las altas, bajas, atraso en las cuotas... Podrán hacer alegaciones, que se irán resolviendo una a una para que no haya ningún tipo de duda sobre el censo de cofrades. Cuando se termine este proceso y se tenga el resultado de la consulta a la Agencia de Protección de Datos, será el Obispado el que decida si se convocan las elecciones a hermano mayor, aunque sea en Cuaresma o se espera al Lunes de Pascua.

Entiendo que esta consulta extraordinaria se celebrará aparte de las elecciones.

La idea es aclarar todas las dudas que existan sobre el censo de hermanos y resolver las incidencias que puedan surgir. Todos tienen que estar satisfechos con el censo para que ninguno pueda decir que le perjudica o le beneficia.

¿Es optimista sobre la solución de este conflicto?

Soy muy optimista. Estamos ante un problema que se ha enredado tontamente, pero que se puede resolver bien. La de las Penas es una cofradía señera de Málaga y aunque haya habido algún momento de obstinación podemos recuperar la cordura. He encontrado una buena predisposición a colaborar por parte de los miembros de la junta cesada y resolver el problema lo antes posible. Y mientras el hermano de a pie no note que estoy de comisario, mejor.