La Jefatura Provincial de Tráfico de Málaga estudia la posibilidad de reubicar uno de los radares de control de tráfico de la zona de Las Pedrizas en otros puntos de concentración de accidentes de la provincia, Almería, Granada o Jaén, ante las protestas de los ayuntamientos cercanos. Esta posibilidad ya fue adelantada por La Opinión de Málaga el pasado 26 de diciembre.

Según indicó a Efe la jefa provincial de Tráfico, Trinidad Hernández, se pretende reubicar uno de los tres radares (dos de tramo y un punto de control fijo) instalados en la A-45 sentido Málaga a principios del 2014 que sancionan a los conductores que pasan de los 80 kilómetros por hora.

Hernández explicó que estudian la accidentalidad de las carreteras de Málaga, Granada y Jaén para conocer los puntos con más concentración de accidentes cuya causa sea la velocidad para colocar uno de estos radares de tramo, puesto que en Las Pedrizas «quizá con uno se solucionaría el problema».

Según indicó, entre los puntos que se barajan están la hiperronda, la A-7 y los accesos a la ciudad en la provincia de Málaga, así como los tramos de mayor concentración de accidentes en Almería, Granada y Jaén.

Los ayuntamientos y vecinos de los pueblos de la zona de Las Pedrizas (Antequera, Archidona, Casabermeja, Riogordo, Alfarnate, Alfarnatejo o Colmenar), que recorren esta vía a diario, han emitido diversas quejas a través de las redes sociales. Incluso algunos han solicitado al Ministerio de Fomento que se aumente la velocidad. Los ayuntamientos han solicitado a Fomento que la limitación de velocidad se aumente hasta 100 kilómetros por hora, pero según Hernández la respuesta ha sido negativa. La titular de tráfico aseguró que «la polémica fue al principio» y que los usuarios ya respetan la velocidad permitida e insistió en que los radares «no tienen un fin recaudatorio», sino que los usuarios «respeten la velocidad».

Finalmente, explicó que cada vez que se instala un radar de control de velocidad al principio el número de denuncias emitidas es muy numeroso, pero que una vez «que los usuarios se acostumbran se emiten muy pocas multas».

La historia de los radares de Las Pedrizas comenzó hace apenas un año, cuando la DGT activó dos detectores de tramo en la zona en detrimento de otro fijo que fue reubicado a la altura del falso túnel de Carlos Haya que todavía no está operativo. Los nuevos controles limitaron la velocidad de 100 a 80 kilómetros por hora.