­El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, aún no ha despejado ni decidido el futuro de la manzana de los viejos cines Astoria y Victoria cuya adquisición costó 21 millones de euros. Por ello, ante la falta de proyectos definitivos, se ha optado por ir adelantando los trabajos previos necesarios a cualquier ejecución posterior.

De esta manera el alcalde anunció ayer que se va a iniciar «de manera inminente» el estudio arqueológico pendiente en la parcela correspondiente al antiguo cine Victoria. Ello conllevará posiblemente el derribo del cine o de parte del mismo «por motivos de seguridad».

En este sentido, explicó que están a la espera de los estudios que están realizando los técnicos, que nos dirán «la seguridad que tenemos para poder hacerlo con normalidad y en el caso de que esa seguridad no exista habría que derribar una parte del cine, aquella que no es necesario conservar. Lo que nos digan los técnicos eso haremos, pero queremos ir avanzando en el tema del subsuelo».

El motivo es la seguridad. Si los técnicos prevén que no es seguro hacer las catas arqueológicas con el inmueble en pie, se decidirá su derribo. «Vamos a ver lo que nos dicen los técnicos, pero a lo mejor hay que hacer un derribo de una parte para seguridad de los trabajadores que estén allí», añadió De la Torre.

Una vez que se decida qué hacer, se pondrán en marcha los trabaj0s arqueológicos, cuyo coste rondaría los 200.000 euros, y el primer paso será sacarlos a concurso. «Tenemos los recursos preparados, estamos pendientes del informe y de la evaluación de cuánto cuesta y qué tiempo puede durar», añadió.

En el caso de que la demolición se lleve a efecto, se plantea tapar el hueco con vallas y poner en ellas publicidad de equipamientos culturales como la Casa Natal de Picasso o el Teatro Cervantes.

De la Torre quiso aclarar a su vez que «lo que no se contempla si no es necesario es la demolición del Astoria», donde, según recordó, ya se llevó a cabo el estudio correspondiente para localizar posibles restos arqueológicos.

Por otro lado, el alcalde volvió a apostar por la colaboración público-privada, afirmando que «nuestra obligación es seguir ahora por ese camino», aunque reconoció «la dificultad». «Vamos a seguir en esa línea», insistió.