­Por fin llegaron las meriendas a los colegios para los niños en riesgo de exclusión social incluidos en el Plan SIGA, de garantía alimentaria. Las empresas de catering contratadas por la Junta de Andalucía para llevar a cabo el reparto fueron ayer recibidas como agua de mayo. Se reanuda así un servicio que durante el primer trimestre del curso ha hecho aguas y que está ideado para combatir los estragos de la crisis económica en las familias y en la nutrición de los más pequeños. Sin embargo, los bocadillos no llegaban.

El consejero de Educación, Luciano Alonso, anunció el viernes pasado que durante esta semana se realizaría la entrega de las bolsas correspondientes a los desayunos y meriendas del alumnado beneficiario del plan. No especificó el día. La Delegación Territorial de Educación de Málaga tampoco tenía noticias. Es más, sus responsables llamaban a los directores de los centros de compensatoria para interesarse por si habían recibido los alimentos, y no al revés. Los colegios se impacientaban. Los padres más, ya que esta bolsa de la merienda es muy importante para sus hijos y, en muchos casos, estos alimentos sirven para que cene todos los miembros de la familia.

Ayer, por fin, llegaron los primeros alimentos para su reparto durante todo lo que resta de esta semana, a excepción del pan, que será servido a diario.

El seguimiento y la gestión del plan SIGA corresponde a la APAEF (Agencia Pública Andaluza de Educación y Formación), conjuntamente con la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, según se recoge en el Decreto-Ley 8/2014, de 10 de junio, de medidas extraordinarias y urgentes para la inclusión social a través del empleo y el fomento de la solidaridad en Andalucía.

La falta de coordinación entre las Consejerías de Bienestar Social, que pone el dinero para este servicio, y la de Educación, que pone los medios, también ha sido clave en esta demora que ha afectado a la alimentación de los menores. Luciano Alonso también aclaró que estas meriendas no son competencia del sistema educativo.

Las bolsas, además del pan, contienen una pieza de fruta, un brick de zumo, aceite y fiambre. En septiembre, los colegios enviaron la documentación precisa sobre el alumnado que se podría beneficiar del plan, pero los bocadillos sólo llegaron los días 18 y 19 de diciembre, dos días antes de las vacaciones de Navidad.

Cuando los colegios recuperaron su actividad después de Reyes, llegaron los niños, pero no las meriendas. Hasta ayer. Eso sí, después de muchas protestas y continuas llamadas de los equipos directivos a la Delegación, que ni siquiera el martes sabía la fecha exacta del inicio de la entrega de alimentos. Tan sólo insistía en que en los últimos días se estaba ultimando el proceso logístico para el reparto con el objetivo de normalizar el servicio en esta semana.