Un total de 349 profesionales de los complejos hospitalarios Clínico y Carlos Haya se formaron y reciclaron el año pasado en técnicas de reanimación cardiopulmonar neonatal, pediátrica y de adultos para dar una buena respuesta ante una emergencia de este tipo.

Ubicada en los sótanos del Hospital Materno Infantil de Málaga, en esta unidad los profesionales se han formado en las 21 ediciones de cursos en sus distintas modalidades básica, intermedia y avanzada así como en los cursos de reciclaje en soporte vital avanzado pediátrico y adulto.

La Unidad Integrada de Formación y Desarrollo Profesional de los hospitales universitarios Regional de Málaga y Virgen de la Victoria gestionó y coordinó en 2014, con un presupuesto de 113.628 euros, un total de 149 acciones formativas, de las que se han beneficiado 2.741 trabajadores de todas las categorías.

Compuesta por nueve aulas polivalentes y dos formativas, esta unidad forma a personal MIR y fuerzas de seguridad que acceden por primera vez, a personal de urgencias e ingresos que se reciclan en función de su cercanía a este tipo de emergencias y a padres de pacientes pediátricos -afectados por problemas neurológicos y cardiológicos- que reciben nociones básicas y avanzadas en función de la necesidad real de aplicarlos. En este sentido, el gerente de los hospitales, José Luis Doña, manifestó su interés por reforzar este área y explicó que se trata de una formación repetida en el tiempo, al tiempo que el responsable de Formación, Pepe Vallejo, destacó que la intención de estos cursos es que los familiares puedan formar parte de la atención en caso de no estar acompañados por personal cualificado. Además, Doña destacó que el personal que se recicla lo hace de forma anual en caso de ser profesionales de urgencias o cada dos o tres años si se trata de profesionales que trabajan en la zona de hospitalización.

Por su parte, el delegado de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Daniel Pérez, señaló en la visita a la unidad que ésta cuenta con todos los medios necesarios pues se trata de una formación muy específica para momentos muy críticos en la vida de los pacientes.

La oferta formativa en soporte vital tiene como objetivo que los profesionales adquirieran y perfeccionen los conocimientos y habilidades clínicas, el trabajo en equipo y la comunicación, análisis de decisiones y manejo de situaciones críticas, sin poner en riesgo al paciente en un entorno controlado y seguro.

Esta unidad cuenta con desfibriladores, simuladores de las distintas funciones vitales -respiración, ritmo cardiaco- maniquíes y torsos humanos, material de punción e intubación, o carros de parada. En la sala de simulación, con capacidad para ocho personas, está instalado el simulador humano de tamaño real que permite, a docentes y alumnos, entrenar habilidades para el manejo de vías respiratorias, administración de fármacos, extracción de sangre, o canalización de vías, entre otras.