El grupo municipal socialista presentará sendas mociones en la Comisión de Cultura de mañana martes en las que pedirá el reconocimiento para dos personajes, casi de la misma generación, muy ligadas a Málaga. Se trata del Premio Nobel de Literatura en 1977, el poeta sevillano criado en Málaga Vicente Aleixandre y del arqueólogo malagueño Miguel Such, a quien durante el pasado otoño la Universidad de Málaga ha recordado con una exposición sobre su figura y obra.

La moción sobre Vicente Aleixandre (Sevilla, 1898, Madrid, 1984), que será presentada por los concejales Manuel Hurtado y Francis Montiel, pide que se rescate la figura del poeta de la Generación del 27 «como referente de la cultura creadora en la ciudad».

Los socialistas lamentan que, a raíz del 30 aniversario de la muerte de Aleixandre, que se conmemoró el pasado 14 de diciembre, «el equipo de gobierno no haya tenido ninguna sensibilidad con el recuerdo del fallecimiento de este ilustre referente de la Generación del 27, sobre todo cuando se ha dado un cheque en blanco a la aparición de una cultura de la franquicia tan despegada de la historia de la ciudad».

La moción cita además las palabras del poeta sevillano sobre su libro Sombra del paraíso (1944), la obra que más debe a Málaga: «Sin esa ciudad, sin esa ribera andaluza donde transcurrió toda mi niñez y cuya luz había de quedarse en mis pupilas indeleble, ese libro (...) no hubiera existido». Entre los últimos poemas de la obra se encuentra el famoso Ciudad del Paraíso, dedicado a Málaga, que, señala la moción, confirma «hasta qué punto los recuerdos autobiográficos de Aleixandre están ligados a la ciudad de Málaga, escenario de una infancia dichosa».

Por todo ello la moción plantea instar al Ayuntamiento de Málaga para que Aleixandre tenga un busto «en algún lugar preferente de la ciudad» o bien se le ponga su nombre «a algún parque o espacio público que sirva para rescatar del olvido a quien plasmó la luz de Málaga en su obra». El segundo punto del acuerdo es instar al Ayuntamiento para que reedite la obra del poeta, «así como que la difunda en las bibliotecas y los centros municipales».

Los concejales Manuel Hurtado y Francis Montiel también presentarán una moción en la que proponen que el arqueólogo Miguel Such (Málaga, 1889-Bucaramanga, Colombia, 1945) cuente con un espacio con su nombre en la ciudad. En concreto los socialistas proponen que se le dedique una calle o bien el pasaje peatonal de la entrada del Museo de la Aduana, donde quedará expuesta su colección de piezas arqueológicas, cedidas a la ciudad por su familia hace años, cuando el director del museo era Rafael Puertas.

Este deseo de que Miguel Such tenga una calle en su ciudad natal se ha visto además respaldado por la reciente petición al Ayuntamiento de la Academia Malagueña de Ciencias -institución a la que pertenecía Such- que también tiene el respaldo de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo.

La moción repasa la figura de este pionero de la Arqueología y de la Espeleología nacido en la calle Strachan que trabajó con el padre de la Arqueología moderna, el abate francés Henri Breuil.

Sus trabajos arqueológicos más conocidos en Málaga son los estudios de la Cueva del Hoyo de la Mina. Con el estallido de la Guerra Civil, Miguel Such, de ideas republicanas y masón, tuvo que dejar España para siempre y separarse de su mujer, Dolores Lara, y de sus seis hijos.

Se exilió en Colombia, donde fue profesor en la Universidad de Bucaramanga y siguió con las excavaciones arqueológicas. Falleció en 1945 en esta ciudad a los 56 años. La moción lo describe como «un hombre adelantado a su tiempo que desarrolló una gran labor científica».