Las personas con discapacidad, en especial aquellas que padecen problemas sensoriales o intelectuales, presentan más problemas bucodentales que el resto de la población. Algunos de los más comunes son la gingivitis, la presencia de sarro precoz, mal aliento o halitosis, caries, periodontitis, infecciones e inflamaciones crónicas, además de pérdidas dentarias prematuras, bruxismo o desgastes.

Según el director médico de la Clínica dental Cuevas Queipo, Alberto Cuevas, -donde disponen de medios para atender a estos pacientes- estos problemas son consecuencia de la escasa higiene por las limitaciones físicas y psíquicas que impiden al paciente realizar un cepillado adecuado, el tipo de dieta, que suele ser blanda y pegajosa por las dificultades para masticar o deglutir de muchos pacientes y por los múltiples fármacos que consumen diariamente».

En las últimas declaraciones de la Sociedad Española de Odontoestomatología para el Minusválido y Pacientes Especiales (SEOEME) se asegura que «la mejora de la calidad y esperanza de vida de los pacientes especiales ha motivado una mayor demanda de sus cuidados sanitarios, entre ellos, los odontológicos. Y, si bien el profesional dental, es cada vez es más sensible a la problemática de este colectivo, queda mucho camino por recorrer, empezando por la formación, donde aún se manifiestan algunas carencias». Por eso, para el doctor Cuevas, es fundamental contar con recursos para atender a estos pacientes, que apuesta por la prevención en este tipo de pacientes.