El metro de Málaga necesita «el impulso político constante y permanente, porque no anda solo». La consejera de Fomento, Elena Cortés, se mostró ayer muy contundente sobre la necesidad de estabilidad política para que este proyecto no vuelva a caer en la incertidumbre de hace tres años, cuando no tenía la financiación asegurada, las obras estaban prácticamente paradas y sin fecha de apertura.

El análisis de Elena Cortés se produce a preguntas sobre el efecto de un posible adelanto electoral en Andalucía, una posibilidad que la consejera de IU considera todavía una «hipótesis» y con «escasa justificación». Cortés, que no quiso entrar en un análisis más profundo ante la falta de confirmación oficial del adelanto, insistió en que se encontraron con «un metro muerto» cuando llegaron a la Consejería y advirtió de que puede pasar lo mismo si no se mantiene el impulso político al proyecto.

La incertidumbre que produce este adelanto y los posibles resultados no son del agrado de la consejera de Fomento, quien insistió en la necesidad de no repetir los errores del pasado «que todos los malagueños conocen» y llevaron a este proyecto a estar a un paso de paralizarse de forma definitiva.

Cortés fue muy crítica sobre la posibilidad de que el PSOE fuerce una crisis de Gobierno para adelantar las elecciones al 22 de mayo. «No encuentro una explicación convincente para interrumpir el mandato electoral de los andaluces, cuando tenemos un gobierno que funciona y da respuesta a los ciudadanos», insistió Elena Cortés.

La situación del metro, aunque ya cuenta con un calendario de obras e inauguraciones consensuado, es todavía muy delicada. Un retraso en la puesta en servicio más allá de 2017 dará lugar a un endurecimiento de la postura del BEI, que ha prestado el grueso de la inversión sin interés y que podría aplicar sanciones. Lo mismo pasa con la concesionaria, que podría pedir daños y perjuicios por incumplimiento de los plazos de apertura.

El consejero andaluz de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez, aseguró que si el PSOE rompe el pacto de gobierno para adelantar las elecciones sólo beneficiará a la derecha que, según afirmó, «daría palmas con las orejas». Además, Rodríguez aseguró que esta ruptura no está justificada y se mostró convencido en que no se producirá tal y como se anuncia.

Rodríguez señaló ayer que la estabilidad que demanda el PSOE equivale a continuar con el trabajo, como la participación de Andalucía en Fitur en la próxima semana o la preparación de la feria ITB de Berlín. «Lo demás son cantinelas», recalcó.

Aseguró que «lo que los andaluces esperan del Gobierno es que trabaje para resolver sus problemas», como el desempleo, cuya situación es «inaceptable». Además, incidió en que IU es una formación política «seria y responsable», que firmó un pacto con el PSOE hace dos años y medio con el objetivo de «poner un gobierno al servicio de la gente y responder a sus necesidades».

El consejero de Turismo reconoció también que el adelanto electoral tendrá efectos negativos en la política turística, en tanto que el «ambicioso» Plan de Acción diseñado para el 2015 todavía no se ha aprobado de forma definitiva.

El responsable de la política turística aprovechó para ensalzar la gestión de la Consejería al señalar que «el gran éxito turístico de Andalucía se debe al impulso que el Gobierno ha dado sobre la base de la coordinación con todos los agentes», y opinó que se está trabajando «en la línea correcta».