Era el 24 de enero de 1915, en aquella Málaga de principios del siglo XX, cuando las autoridades pertinentes colocaron en el barrio de la Trinidad la primera piedra del que sería el primer colegio graduado de Málaga y el más antiguo de Andalucía.

A lo largo de estos 100 años, desde su inauguración con José Molina Palomo como director en 1916, el CEIP Bergamín ha ido creciendo piedra a piedra, alumno a alumno, profesor a profesor hasta lo que es hoy: Un colegio a la vanguardia que, pese a sus años, ha sabido renovarse y reinventarse a los nuevos tiempos.

Al acto de conmemoración de este especial cumpleaños acudieron, además del actual equipo docente al completo y el alumnado, padres, antiguos profesores y alumnos ya crecidos, convertidos en adultos. Resultaba curioso y a la vez tierno que, en el patio del colegio, un antiguo alumno le presentara a su viejo maestro a su hijo, también alumno ahora del Bergamín.

La directora del colegio, Josefa Lopera, trasladó a los asistentes lo orgullosa que se sentía de su equipo docente: «Mañana, como ayer y hoy, nos encontrarán aquí, siempre dispuestos y trabajando por una escuela pública, libre y abierta». También estuvieron presentes en este especial cumpleaños la concejala delegada de Educación, Eva Sánchez, y la delegada territorial de Educación de la Junta en Málaga, Patricia Alba. La concejala destacó que «la tarea del profesor es difícil aunque hermosa» y que el colegio Bergamín cuenta con «medios humanos y técnicos para formar a los malagueños». Por su parte, Patricia Alba detalló la cantidad de generaciones de malagueños que se han formado en las aulas del Bergamín y que, a pesar de sus 100 años, «no se ha quedado estancado en el tiempo», todo lo contrario, ya que encara nuevos retos docentes como el ser centro bilingüe para que los niños tengan «una visión más cosmopolita y para que también mejoren sus competencias lingüísticas».

La historia este colegio del barrio de la Trinidad no sería la que es sin la actuación de Francisco Bergamín, el hombre que da nombre al centro. Bergamín fue un ilustre malagueño que trabajó como ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, además de ocupar después otras carteras, desde 1913 hasta 1922.

Desde que se comenzara a dar clase allá por 1916 hasta este curso, la escuela ha destacado por sus numerosas actividades didácticas, en muchas ocasiones premiadas.

Si el galardón de ser el primer colegio público de Málaga y escuela graduada más antigua de Andalucía parece poco premio, gracias a la gran labor de los maestros del Bergamín, el colegio recibió la medalla de la ciudad de Málaga por su trabajo educativo y su influencia en la vida social de sus alumnos.

En este colegio hay niños de una veintena de países distintos, se imparten las religiones católica, evangélica e islámica y las instalaciones del centro también las aprovechan las asociaciones del barrio. Fue un colegio pionero en proyectos de integración de niños con necesidades especiales y también disponen de un programa de interculturalidad para los alumnos inmigrantes.

Además, celebraron su 80 cumpleaños inaugurando un aula-museo donde está recogida toda la historia del colegio en forma de documentos y materiales antiguos como libros, actas o planos. Asimismo, también fomentan las tradiciones de nuestra ciudad, y es que desde hace más de 20 años, cada Viernes de Dolores los alumnos del CEIP Bergamín sacan en procesión por el barrio al «Cautivo chico» y a la Virgen de la Trinidad, dos réplicas de menor tamaño de dos de los tronos más representativos del Lunes Santo de la Semana Santa malagueña.