La Junta de Andalucía aprobó ayer el Plan Integral de Fomento para la Construcción y Rehabilitación Sostenible de Andalucía, que destinará una dotación estimada de 529,2 millones de euros hasta 2020 para relanzar la actividad y el empleo en uno de los sectores más afectados por la crisis económica. El consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, José Sánchez Maldonado, afirmó que la cantidad citada es la dotación «mínima» que tendrá el plan y calculó que con esta iniciativa habrá unas 75.000 nuevas contrataciones en toda Andalucía para los cinco años en el sector, si se tiene en cuenta que el programa de impulso a la construcción sostenible que se creó en abril de 2014, y que tuvo una dotación de 150 millones, ya generó unas 14.200 contrataciones.

En la provincia de Málaga, ese primer decreto destinó fondos por valor de 28,5 millones de euros que generaron casi 6.000 actuaciones, la mayoría cambios de ventanas, con un volumen de negocio generado de 42,5 millones de euros. Los fondos del primer decreto se agotaron en apenas un par de meses, lo que revela, según explicó en su momento la Junta de Andalucía, el éxito que tuvo esa convocatoria inicial. Un total de 1.026 empresas malagueñas se adhirieron al plan, que permitió la creación o mantenimiento de más de 4.2oo puestos de trabajo. La buena repuesta fue la causa también de que la Junta ampliara a cinco meses el período para ejecutar las obras acogidas al plan, por lo que todavía hay algunas pendientes de cobro una vez presentadas las correspondientes facturas acreditativas. Hasta la fecha se han abonado ya el 66% de las actuaciones acogidas el plan, quedando pendientes de cobro el tercio restante de las mismas.

El vicesecretario general de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP), Francisco Romero, destacó ayer a este periódico que el primer decreto, a falta de un pequeño remanente pendiente de invertir, fue clave durante 2014 para «dinamizar a la pequeña empresa de nuestro sector, mantener la actividad económica y ayudas a la creación y mantenimiento de los empleos», por lo que celebró que la Junta haya anunciado su prolongación dentro de este nuevo Plan Integral, que además del programa de impulso a la construcción sostenible incluirá líneas de rehabilitación de barriadas, eficiencia energética y uso de fuentes renovables.

Eso sí, Romero recordó que los 529 millones iniciales anunciados por el consejero aún no tienen consignación presupuestaria, y están a expensas de que Andalucía los ate a través de fondos europeos. Algunas voces del sector constructor creen que el plan andaluz tiene la ambición incluso de acercarse a los 1.000 millones.

Un plan para recuperar ocupados. De momento, lo que se sabe es lo que comentó ayer el consejero de Economía, que habló de un plan cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional y el Fondo Social Europeo con el que Andalucía se situará como «referente del desarrollo equilibrado» de esta actividad, que actualmente supone el 8,5% del Valor Añadido Bruto regional y el 5,2% del empleo, según los datos de la Junta.

El plan, definido en el seno de la Mesa de la Construcción y Rehabilitación Sostenible de Andalucía con las aportaciones de las organizaciones sindicales y empresariales, establece la rehabilitación como una alternativa de especialización, competitividad y empleo a partir de la intervención en edificios antiguos o de escasa calidad constructiva. Actualmente, este tipo de inmuebles alcanza la cifra de dos millones en la comunidad.

La nueva estrategia recoge un amplio conjunto de medidas e incentivos para mejorar el ahorro y la eficiencia energética de las edificaciones; configurar un tejido productivo especializado en construcción sostenible; impulsar el uso de fuentes renovables; agilizar y reducir trámites administrativos; favorecer la transparencia frente a las prácticas especulativas; incorporar en las adjudicaciones públicas requerimientos de inserción laboral; atender las necesidades de vivienda y energía de los colectivos más vulnerables, y fomentar la creación de un «clúster de la construcción sostenible» capaz de establecer alianzas y captar y exportar proyectos.

Sánchez Maldonado dijo que este plan permitirá paliar la incidencia de la crisis económica en la construcción, un sector que ha perdido 351.000 ocupados desde 2007 y actualmente presenta una tasa de paro asociado cercana al 40%. En Málaga, la cifra de ocupados en estos años ha caído de 100.000 a apenas 30.000.

La excesiva atomización (las microempresas representan el 98%), unida a la elevada dependencia de la financiación externa (el 73% de los recursos totales de la empresas) y al escaso nivel de industrialización, suponen importantes barreras al desarrollo de la actividad.

Asimismo, el plan adaptará a los requisitos del nuevo Marco de Apoyo Comunitario de la UE 2014-2020 los incentivos del Programa de Impulso a la Construcción Sostenible de Andalucía, que desde su creación en abril de 2014 ha respaldado con 24.562 actuaciones de mejora energética en edificios. En este caso, la inversión generada fue de 224 millones, con 14.200 contrataciones realizadas.

El consejero anunció que está prevista la «reapertura» de dicho programa en los próximos 15 días, ya vinculado al nuevo plan integral aprobado ayer.