­La Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Clínico Universitario ha triplicado el seguimiento a pacientes desde que se puso en marcha en 2010. Se ha pasado de atender a dos grupos de seis pacientes cada uno a la semana a tres grupos de ocho pacientes semanales a lo largo de los últimos años. Además, no sólo se ha aumentado el número de enfermos atendidos, sino también la frecuencia en cuanto al número de sesiones que pueden realizar los pacientes dentro del programa de rehabilitación, con una duración aproximada de dos meses.

El delegado de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, Daniel Pérez, señaló en una visita a la unidad que sólo en 2014 se atendió a 250 pacientes. «Se trata de ofertar servicios de calidad para tener un control de estas personas con un plan de apoyo no sólo de actividad física sino también de unidades de apoyo con pautas de alimentación y seguimiento psicológico», dijo. El 90% de los pacientes que acuden al gimnasio de rehabilitación tras una grave dolencia de corazón experimentan una notable mejoría. De hecho, acuden al gimnasio de rehabilitación cardiaca aquellos con moderado y alto riesgo coronario para mejorar su calidad de vida tras recuperarse de una grave dolencia de corazón, como los pacientes infartados, aquellos operados y con una válvula y pronto podrán hacerlo quienes tienen una insuficiencia cardiaca. El objetivo de la unidad es que no se produzca el segundo infarto.

Los usuarios realizan ejercicios de calentamiento, relajación, y reciben sesiones de información sobre educación sanitaria. En este sentido, el gimnasio se divide en zona de entrenamiento aeróbico, donde se encuentran instalados los equipos de alta tecnología para la realización de ejercicios, con seis bicicletas y dos cintas rodantes equipadas con dispositivos de monitorización cardiaca. Y el área de control, donde el equipo de profesionales de la unidad supervisa el estado de cada paciente durante la realización del programa.

Uno de los usuarios, Rafael Villanueva, lleva recibiendo las sesiones desde el 7 de enero y asegura que desde entonces se encuentra mucho mejor, tanto a nivel físico como psicológico. Tras dos infartos, se siente más preparado para afrontar su día a día. «Y todo gracias al personal de aquí. Eso es lo mejor de esta unidad», señaló.