La cofradía del Prendimiento está a punto de concluir las obras de restauración de su casa hermandad, en la calle San Millán. No se han limitado, ni mucho menos, a un lavado de cara. Han sido trabajos de cierta entidad, que permitirán que la corporación del Domingo de Ramos convierta su sede en un museo, según explicó el hermano mayor, Salvador Pozo. El próximo 28 de febrero será inaguruado el edificio durante un acto que comenzará a las 21.00 horas, tras la celebración del triduo de la hermandad en su sede de la Divina Pastora.

Pozo informó de que la fachada de la casa hermandad ha podido ser restaurada gracias a un convenio firmado con la Oficina de Rehabilitación del Centro, del Instituto Municipal de la Vivienda. Con esta aportación, la cofradía también ha podido sustituir la puerta. «Teníamos un serio problema ya que la anterior pesaba mucho y estaba empezando a afectar a la estructura del inmueble», añadió.

La cofradía también ha construido un mirador en el salón de tronos, donde será instalado un mural que ha pintado Manuel Higueras y que fue presentado la semana pasada. Del mismo modo, ha convertido la última planta en un espacio expositivo, donde se dispondrá el patrimonio de la corporación en vitrinas. En todo caso, la procesión de cada Domingo de Ramos seguirá saliendo desde esta sede.

Esta actuación se ha podido llevar a cabo una vez que la hermandad ya trasladó todas las dependencias administrativas a los bajos comerciales que posee justo detrás de la casa hermandad, en el entorno de El Ejido.

En estos locales, que antes pertenecían a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) hasta que fueron adquiridos por la cofradía, se desarrollaban los talleres de empleo que durante varios años pudo organizar la cofradía con la subvención que recibía del Ministerio de Trabajo. «Cuando la nueva junta de gobierno tomó posesión de sus cargos, hacía ya cinco años que no hacíamos los talleres porque el Ministerio había cortado la financiación. Así que decidimos darle este uso. De hecho, ya el año pasado, inauguramos un gran salón de actos con capacidad para más de 150 personas», recuerda el hermano mayor del Prendimiento.