Según recuerda el presidente vecinal Alvaro Siles, que asistió a la inauguración de la nueva torre del Atabal aquel lunes 2 de julio de 2001, un alto cargo de Urbanismo la calificó de «flan», mientras que el alcalde Francisco de la Torre, más discreto, encargó allí mismo un estudio nuevo para una reforma que nunca llegó. «Se extraño muchísimo», apunta Álvaro Siles. Por este motivo el monumento más significativo del barrio fue bautizado por los vecinos como «el aljibe» -antes de la rehabilitación era conocido como «la muela», por su incompleto perfil-. «La torre era troncocónica, más ancha por la base que por arriba y quedó igual de ancha que de alta, fue un churro, una chapuza», resume el presidente vecinal.

Por este motivo, desde la decepcionante restauración la asociación de vecinos del Puerto de la Torre está pidiendo la reforma de esta torre cristiana del siglo XV, construida sobre los restos de una torre árabe del siglo XIII o XIV, ambas con el mismo cometido: servir de vigilancia y comunicación con el sistema de torres del litoral y el interior mediante señales de humo durante el día y fuego por las noches.

La asociación también saca a colación la promesa electoral del PP para las municipales de 2007, que literalmente rezaba: «Acondicionamiento parque perimetral Torre del Atabal». Para ascender a este monte con forma de atabal (tambor árabe) boca abajo, hay que subir por un carril terrizo que ayer, en el momento de la visita, estaba siendo ampliado por una excavadora, al tiempo que se instalaban unas conducciones.

Para Álvaro Siles, el parque de la Torre del Atabal debía contar con paseos peatonales que pudieran permitir un fácil acceso, en lugar del terrizo actual, «y que en el paseo haya bancos y farolas».

En todo lo alto subsisten los restos de la reforma de 2001, no sólo con la torre-aljibe-flan (a gusto de cada cual), de la que en los últimos días le han retirado la mayoría de las pintadas que lucía, sino también con todos los focos del suelo arrancados y planchas del suelo desaparecidas.

Además, está acompañada por grandes y viejos focos verticales que, cuenta el presidente de la asociación de vecinos, «los quitaron de otro lado, los pusieron aquí en 2005 y funcionaron durante tres o cuatro meses». Para Álvaro Siles, «los focos se les veía muy feos porque las luces no se ven bien de abajo para arriba».

El presidente vecinal pasea por un piso con grandes pintadas y numerosos restos de cristales rotos. «Esto lo han limpiado hace poco pero aquí se suben mucho a hacer botellones».

Álvaro Siles cree que si el parque y el mirador se arreglaran, subirían con más asiduidad los vecinos y no quedaría la zona como reducto exclusivo para botellones. Además, resaltó las vistas magníficas de buena parte de Málaga y el Valle del Guadalhorce. «Son las mejores de Málaga».

El concejal del Puerto de la Torre, Luis Verde, señaló ayer que el Ayuntamiento ya tiene en marcha la primera fase de remodelación, con una inversión de 65.000 euros, de la que no se informó en una nota de prensa por las elecciones. De hecho, destacó que ahora mismo se está «ampliando el carril de acceso, se han hecho las cunetas y se está metiendo la conducción para la luz» y se han quitado los grafitis. El parque, indicó, tendrá la entrada peatonal por la calle Rosa García Ascot, barandillas de madera con cuerdas de cabo y en la parte baja, con más pendiente, habrá traviesas de madera.