Los universitarios malagueños dieron ayer por finalizada las dos primeras jornadas de huelga de las que han previsto para luchar contra el nuevo decreto de flexibilización de los grados aprobado por el Consejo de Ministros, el más conocido como 3+2 de Wert. Una marcha que partió al mediodía desde el campus de Teatinos, a la altura de la facultad de Ciencias de la Educación y Psicología, fue el broche de estas 48 horas de protestas, que han tenido un seguimiento desigual en la UMA y que ha sido algo descafeinada, al afectar a las enseñanzas medias, que se encuentran de Semana Blanca, y al no haberse adherido el Consejo de Estudiantes de la Universidad.

Según el Sindicato de Estudiantes, organizador de la manifestación, más de 1.500 jóvenes se concentraron ayer para iniciar esta marcha contra las políticas educativas del Gobierno. «Un éxito», dijo Rubén Fernández, portavoz del sindicato convocante. La propia organización, sin embargo, optó por no completar el recorrido previsto y terminar la manifestación en la rotonda de Portada Alta.

Fernández recordó que las próximas movilizaciones están previstas para el 17 y 18 de marzo y que para entonces el Sindicato de Estudiantes confía en que se celebre una huelga general de educación, con la participación también de los profesores.