­Dos personas han sido detenidos por la Policía Local por protagonizar una reyerta en un bar en la que hubo cinco heridos por arma blanca. Los hechos tuvieron lugar sobre la una de la madrugada de ayer en una taberna del centro, cuando el propietario y tres clientes del local discutieron por el precio de las consumiciones.

Según la versión de las víctimas, el propietario del bar la emprendió a golpes con ellos, sumándose otra persona que se encontraba en el interior del local. Estos testimonios apuntan a que esta última persona sacó una navaja y comenzó a dar puñaladas al aire hasta que alcanzó con el arma blanca a los tres clientes implicados y a otras dos personas que intentaron mediar en la trifulca.

Ante la gravedad de los hechos, los tres heridos salieron huyendo del establecimiento, siendo perseguidos tanto por el propietario como por la persona que había hecho uso del puñal. Según informó ayer la Policía Local, las víctimas se cruzaron con una dotación de la Policía Local a la que informaron de que estaban siendo perseguidos por unos individuos que anteriormente los habían apuñalado. Poco después, los agentes pudieron ver cómo se acercaban los dos perseguidores, que, al percatarse de la presencia policial, dieron la vuelta y emprendieron la marcha en sentido contrario, por lo que los agentes comenzaron a seguirlos a la vez que informaban al resto de patrullas de lo ocurrido y de la dirección de huida que habían tomado.

Los individuos, al verse perseguidos por los agentes, decidieron tomar caminos opuestos, acercándose uno de ellos a una papelera y arrojando el arma blanca en su interior, la cual pudo ser posteriormente recuperada e intervenida por los policías locales, que comprobaron que se trataba de una navaja de unos seis centímetros de hoja. Una dotación de la Policía Nacional se sumó a la persecución del individuo, que fue finalmente interceptado y detenido tras resistirse a los agentes.

Los agentes se dirigieron a entrevistarse con las víctimas, tratándose de tres varones de entre 32 y 35 años. Uno de ellos presentaba una herida cortante y sangrante en una mano, mientras que los otros dos presentaban cortes en los muslos. Junto a ellos, los agentes se dirigieron al bar, comprobando que una mujer estaba herida en el costado y un varón en el brazo. Mientras esto ocurría, los policías locales se entrevistaron con el propietario del establecimiento, al que reconocieron como la otra persona que perseguía a las víctimas y luego huyó, preguntándole por los hechos y pidiéndole que se identificara. Sin embargo, éste se negó en todo momento pese a las reiteradas indicaciones de los agentes hasta que finalmente fue arrestado.