­La decisión del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Málaga de hacer «más rentable» el costoso edificio construido para sede de la Gerencia de Urbanismo se está traduciendo en el traslado a ese inmueble de otras áreas y dependencias municipales, lo que está afectando a la plantilla de Urbanismo, que desde hace un año se ve sometida a cambios de planta, a reducciones de espacio para albergar más servicios e incluso a la saturación en algunas zonas, como la baja.

Todo ello está repercutiendo negativamente en la atención que se presta a empresas y ciudadanos, según puso ayer de manifiesto la presidenta del comité de empresa, Lourdes Pozas, en nombre de los trabajadores, que critican que todo se está haciendo «con una falta total de lógica». En estos días son los trabajadores del área de Comercio los que han abandonado su tradicional ubicación en el Hospital Noble para trasladarse al edificio de la Gerencia y dentro de unas semanas serán los de Medio Ambiente los que se muden.

La llegada de estos nuevos trabajadores va a obligar a reorganizar cuatro plantas del edificio, la baja y las tres primeras. Ahora mismo la principal repercusión es en la planta baja, donde la acumulación de personal «hace que el servicio de atención al publico se esté prestando con exceso de ruido y aglomeraciones».

En las próximas semanas, cuando lleguen los de Medio Ambiente, estos irán en planta baja y en la primera y segunda, lo que obligará a expulsar a los departamentos de Urbanismo que están en la segunda y mandarlos a la tercera, donde los que están allí tendrán que estrecharse para dejarle sitio», señala también Pozas.

La presidenta del comité aclara que la plantilla no rechaza que el edificio tenga más servicios de los iniciales, «el problema es como se está haciendo, sin previsión y sobre todo sin lógica; llevamos de mudanzas un año y en este tiempo ha habido dependencias que se han tenido que mover y trasladar siete veces». El servicio de Ruinas, por ejemplo, estaba en la sexta planta, se les trasladó a la primera en febrero «y ahora tendrán que mudarse a otro sitio para dejar el espacio a Medio Ambiente».

Los nuevos representantes del comité (hubo elecciones recientemente) se reunieron ayer con el gerente, José Cardador, para hacerle llegar la situación de «ansiedad y malestar de la plantilla por la imprevisión continua».

La gerencia ha encomendado a Javier Pérez de la Fuente, arquitecto que diseñó el edificio y jefe del departamento de Arquitectura, que racionalice el uso del edificio, propósito que les hizo llegar al comité tras reunirse con sus integrantes.

La planta novena, sólo para despachos. El comité de empresa recuerda que, mientras en el resto de plantas el personal se va hacinando, la novena permanece apenas ocupada por los despachos del concejal y del gerente y la sala de reuniones, mientras otras dependencias de dicha planta se encuentran sin uso. Ahora dos nuevos concejales, el de Medio Ambiente y la de Comercio, tendrán derecho a despacho en el edificio. La de Comercio lo ubicará en la torre B del inmueble, pero al de Medio Ambiente ya se le ha asignado un espacioso lugar en la planta nueve, destinada sólo para despachos.