­La fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, demandó ayer un aumento de plantilla de funcionarios y fiscales en Málaga no solo para luchar contra la delincuencia sino en el ámbito civil, contencioso administrativo, social y extranjería, entre otros.

Madrigal presidió ayer en Málaga el acto de imposición de la Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort, de la primera clase, que recibió el fiscal jefe de Málaga, Juan Carlos López Caballero.

La fiscal general del Estado, a preguntas de los periodistas, aseguró que desea un incremento de plantilla debido a que en Málaga hay una fiscalía voluminosa y que la dotación debe ser de fiscales y funcionarios.

Indicó que la provincia es una «zona caliente» de delincuencia y con criminalidad organizada, por lo que se necesitan más efectivos para poder hacer frente a todo el trabajo.

Consideró que el refuerzo de plantilla no solo debe ser para luchar contra la delincuencia, sino también en el ámbito civil, contencioso administrativo, social y extranjería, «en definitiva para la labor del fiscal» porque «somos pocos y necesitamos más», apostilló. Durante el acto de imposición de la Cruz de San Raimundo de Peñafort al fiscal jefe de Málaga destacó que es un hombre discreto pero cercano, con gran capacidad de trabajo.

Destacó que desde su posición de fiscal jefe de Málaga sigue llevando juicios, muchos pendientes de sentencias y otros que están pendientes de ser juzgados, por lo que ha considerado con ironía que tiene «una cadena perpetua no revisable».

La Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort se concede para premiar los méritos y servicios de los ciudadanos en el ámbito de la Justicia y, especialmente, por su dedicación y esfuerzo a favor de los juzgados y tribunales o, de forma más amplia, por su compromiso con la Administración de justicia.