El presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, ha mostrado este martes sus condolencias por la muerte del que fuera obispo de Málaga, Antonio Dorado Soto, al que ha recordado como un hombre "próximo, inteligente y humilde".

Bendodo ha destacado que Dorado Soto, al que conoció cuando era prelado, "daba la sensación de ser más un sacerdote de parroquia que un obispo". "Me consta que hizo un buen trabajo pastoral por toda la provincia y supo oír a la gente de la calle y ser sensible a sus problemas", ha recalcado.

Ha añadido que Dorado Soto, que dejó paso en 2008 a monseñor Jesús Catalá, "supo perfectamente asumir su papel de obispo emérito y se mantuvo en un discretísimo segundo plano para no interferir en las decisiones del actual prelado".

"La Iglesia y los católicos lamentan su fallecimiento, y yo me uno a esas muestras de condolencia", ha indicado el también presidente del PP de Málaga, quien ha destacado que Dorado Soto "conectó con la ciudad" malagueña, en la que siguió residiendo después de su jubilación.