El volumen de crédito al sector privado sigue marcando mínimos durante la crisis, dejando en entredicho la supuesta reapertura de los préstamos que vienen pregonando los bancos. Los últimos datos del Banco de España, correspondiente al cierre de 2014, indican que los créditos vivos que manejan las familias y las empresas de Málaga se redujeron un 1,8% el pasado año en relación al ejercicio anterior, arrojando un total de 33.485 millones de euros. La cifra representa el nivel más bajo de crédito vivo registrado en la provincia desde 2005 y está ya un 30% por debajo de los máximos que se alcanzaron a mitad de 2008, cuando en plena vorágine de consumo y de actividad hipotecaria el sector privado firmó un récord de casi 47.500 millones de euros, el doble de que lo que había sólo cuatro años antes.

En cifras absolutas, los siete años de crisis han reducido el volumen de préstamos en unos 14.000 millones de euros y la tendencia sigue siendo a la baja por mucho que, en los últimos tiempos, se registre a veces algún ligero repunte trimestral.

Los datos no sorprenden al presidente de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) y de Andalucía (CEA), Javier González de Lara, que aunque afirma detectar un «cambio de actitud» en los bancos en su predisposición a conceder créditos reconoce que «no es suficiente» para dar la vuelta a las estadísticas.

«Hay un mayor dinamismo del crédito pero es aún mayor el número de préstamos que van concluyendo y que, una vez amortizados, no son reemplazados por nuevas operaciones en el mercado. A los bancos los notamos algo más receptivos en la financiación de nuevas actividades por parte de las empresas; no tanto, sin embargo, a la hora de conceder reestructuraciones de pasivo y operaciones de financiación a medio y largo plazo. Todo va muy lento porque el sector financiero está todavía terminando de cerrar su proceso de ajuste», apuntó.

A su juicio, el tipo de interés exigido por los bancos continúa estando, además, algo por encima de lo deseable, sobre todo teniendo en cuenta la histórica coyuntura de tipos bajos (0,05%) determinada por el Banco Central Europeo (BCE). En todo caso, el presidente de la CEM confió en que este 2015 sea por fin el ejercicio que refleje cierta recuperación del flujo de préstamos tras una «sequía» de terribles consecuencias. También el Colegio de Economistas de Málaga viene denunciando en los últimos meses que este tema es «el principal obstáculo de la recuperación», instando a los bancos a reabrir el grifo y a reducir tanto el interés de los préstamos como las exigencias de avales a los solicitantes.

Según los cálculos de los empresarios, dos de cada tres empresas de las más de 12.000 que han cerrado con la crisis en Málaga tuvieron como motivo principal (que no único) la falta de liquidez y la negativa de los bancos a renovar líneas de financiación a pymes y autónomos. Sólo ahora, las entidades financieras están devolviendo la liquidez al mercado aunque, según González de Lara, sólo de forma selectiva: a empresas de mediano tamaño, con líneas de negocio en los mercados exteriores y fundamentalmente en sectores como el agroalimentario o en los segmentos de innovación.