A comienzos de febrero, cuando estaba en ejecución el nuevo carril bici, las comunidades de propietarios de los edificios Nova y Don Juan, en las calles Mallarmé y la avenida Jorge Luis Borges, respectivamente, enviaron un escrito con cerca de 200 firmas en el que se criticaba el emplazamiento elegido por el Ayuntamiento para el carril bici.

El documento denuncia que la novedad ha eliminado el doble sentido y dejado un único carril para coches. Además lamenta que el lado escogido coincide con la entrada y salida de los garajes de los dos edificios, «que suman entre los dos más de trescientas plazas con una elevada frecuencia de entrada y salida de vehículos». También destaca que existe poca visibilidad en la salida de los vehículos a la vía pública.

Entre otras medidas el documento propone que la calle vuelva al doble sentido o bien que el carril bici se traslade enfrente, donde no existe ninguna salida de garajes -es el lateral de la Escuela Superior de Arte Dramático-

«Por la calle Orson Welles -la continuación de Mallarmé hacia la avenida Carlos Haya- el carril bici lo han puesto por el parque y nos han comido una zona verde y sin embargo en Mallarmé, en lugar de continuar por el mismo lado el carril bici, porque no hay entrada ni salida de coches, han fastidiado a los vecinos. Para mí es un obstáculo para los coches», considera Miguel Millán, presidente de la asociación de vecinos de Teatinos, que precisa que cuando se realizó el proyecto municipal «me invitaron a asistir pero en el plano el carril bici no se veía con detalle, aparecía una raya».

A petición de los vecinos, el Ayuntamiento instaló unos bolardos y señalizó la entrada a los garajes del edificio Nova pero las quejas siguen: «Cuando entras con los coches a los garajes no ves nada si no vas con copiloto, el problema es la entrada», cuenta Mari Carmen Fernández, una vecina.

Jorge Gómez, otro vecino, precisa que en la calle no se está en contra del carril bici sino del lado escogido por el Ayuntamiento.

Los vecinos también resaltan que los contenedores de basura se encuentran ahora tras el carril bici y hay que cruzarlo para echar la basura, lo que aumenta la inseguridad.

«Aquí viven unos 500 vecinos, yo al alcalde le pediría que aplicara el sentido común, que el carril bici lo ponga al otro lado», subraya Felipe Aguilar, presidente de la comunidad de vecinos del edificio Nova, que lamenta que el carril único para los coches impide ahora a las ambulancias parar, porque cortarían la calle, mientras que Jorge Gómez recuerda que ahora ya no hay carga y descarga y los camiones de un supermercado lo tienen que hacer en la avenida de Jorge Luis Borges, en una zona no autorizada.

«El cambio para el Ayuntamiento sería mínimo, es desplazar la pintura al otro lado pero hay que tener ganas de hacerlo y de tener a los vecinos contentos», resume el dirigente vecinal Miguel Millán.

Ayuntamiento

El concejal de Tráfico, Raúl López, declaró ayer a La Opinión que «no se ha puesto ni un metro de carril bici sin consenso de los vecinos» y en el caso del de la calle Mallarmé, «se lo comunicamos a los vecinos, hicieron aportaciones y lo decidimos conjuntamente». El que el carril bici pase junto a sus viviendas, detalló, evita que tengan que cruzar la calle cada vez que usan la bici.

En todo caso, el concejal dijo no tener inconveniente en reunirse de nuevo con los vecinos «y si hay algún problema lo arreglamos siempre que haya argumentos».