Es una de las fechas estandarte en el calendario. La Costa del Sol se está convirtiendo estos días en lo que todo hotelero soñaría al tuntun de unos libros de reserva que se están mostrando repletos de turistas deseosos de pasar estas fechas abrazados al cocktail que puede ofrecer este punto geográfico privilegiado. Una mezcla de incienso, oferta museística renovada, turismo de sol y playa y una corrida de toros que tiene en Morante de la Puebla a su gran imán que atraerá a taurinos de toda la geografía a Málaga.

Al final, el clima está siendo ese fiel adalid necesario para reclamar al turista de última hora y las nubes grises, que se traducen en tormenta para los intereses económicos, no han estropeado la fiesta. Especialmente bondadosas están siendo las cifras con la capital. Enfrentando la recta final de la Semana Santa, los hoteleros ya pueden frotarse las manos con una ocupación habitacional que ya ha sido elevada y que, de acuerdo con Aehcos, está dejando una Semana de Pasión como ya no se recordaba por aquí. Si en las vísperas, los más optimistas situaban la ocupación del domingo hasta el miércoles cerca del 70 por ciento, la realidad ha superado las previsiones hasta en un 10 por ciento, situando la ocupación en un abrumador 85 por ciento.

Según Francisco Moro, vicepresidente de Aehcos, Málaga, al son de un clima que ha provocado las primeras quemaduras de la temporada, ha conseguido superar las marcas del año 2014, que no fueron especialmente malas. A falta de que los días fuertes -de ayer Jueves Santo al Sábado Santo- confirmen las previsiones, los pronósticos, ya lejos de ser brujería, apuntan a un nivel de ocupación que roza el lleno. Los hoteles están, en estos momentos, al 97 por ciento de las plazas previstas para los días fuertes. El empujón grande se pegó ayer, con el ya tradicional desembarco de los legionarios para acompañar al Cristo de Mena. No serán los únicos en poner pie en Málaga, sino que vendrán acompañados por un buen puñado de turistas que aprovechan los días festivos para pasar el puente en la Costa del Sol. Y todavía queda por cuantificar la respuesta del que lo deja todo para el final. Estimulado por unas previsiones meteorológicas muy optimistas, todo puede ser que al final sea difícil conseguir una cama en Málaga. Si se espera un casi lleno en los días fuertes, como ya viene siendo habitual en las últimas convocatorias procesionales, el principio de semana también se ha mostrado con cifras que han dejado satisfechos al sector. De domingo a miércoles, la ocupación hotelera ha estado en el 85 por ciento en la capital, y ha fluctuado, según las pesquisas de Francisco Moro, en los mismos términos.

Tanta alegría se ha traducido y se ha hecho extensible, inevitablemente, a los bares y restaurantes del centro. El Jueves Santo confirmó ayer que esta Semana Santa dejará un buen balance en la cuenta de resultados de los bares y restaurantes de la zona. Beatriz Parra, trabajadora del céntrico restaurante Zahara, habla de un ritmo de ventas incombustible, que no duda de tachar de «locura». Quien trabaja sufre esta Semana Santa, que bien podría servir como un fotograma puntual de lo que se espera en la temporada alta que ya está tocando a la puerta. Y es que lejos de los años de incertidumbre, todo apunta a un nuevo año 2015 de récord en el que Andalucía se ha marcado el objetivo de crecer hasta en un cinco por ciento.

El optimismo se traslada también al responsable turístico de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Miguel Sánchez, quien está convencido de que los resultados finales serán superiores a los que se reflejaban en las vísperas del Domingo de Ramos.

En lo que respecta al tráfico de viajeros, los indicios también apuntan a un balance favorable. Unos 4,3 millones de viajeros habrán pasado por los aeropuertos españoles durante hasta el próximo Domingo de Resurección. El día de mayor afluencia de pasajeros se producirá, precisamente, el domingo que pone punto y final a esta semana festiva. Las compañías aéreas han ofertado más de 784.565 plazas

En cuanto al conjunto de la Costa del Sol, la Semana Santa apunta a unas cifras más modestas que las específicas de la capital, aunque, no obstante, positivas. Según Aehcos, la ocupación media de la semana se situará por encima del 75 por ciento, lo que significa que también supera la cifra del año pasado, que se fijó en un 72 por ciento. En este caso, también, el clima ha sido el principal aliado con la oferta de sol y playa como principal aliciente para planear un viaje de última hora con destino hacia la Costa del Sol.

Quedará por ver si, finalmente, la Semana Santa es un espejismo o un adelanto de lo que viene.