La empresa Repsol ha ideado unas velas hidrosolubles para que la cera que cae al suelo mientras pasan las procesiones de Semana Santa por las calles de Málaga no se quede pegada y se pueda limpiar solo con agua.

El concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga, Raúl Jiménez, ha explicado a Efe que la petrolera española, en un proyecto conjunto con el consistorio, ha llevado a cabo esta investigación como un "reto innovador" sin ningún carácter económico.

Jiménez ha indicado que desconoce cual es el secreto de este tipo de velas y que ya se ha conseguido crear para que funcione en suelos de hormigón pero que aún se está trabajando para averiguar la fórmula que resulte en el pavimento.

Ha subrayado que ahora se han llevado muestras del suelo que hay en calle Larios y se está jugando con los componentes de estas velas para que cuando caigan las gotas de cera se retiren de forma sencilla.

Cuando se encuentre la "vela adecuada", según ha asegurado el concejal, Repsol tiene el "compromiso" de cederle al Ayuntamiento la patente y ya ellos se la darán a los distintos fabricantes de cera para que las cofradías puedan comprarlas cuanto antes.

Ha declarado que la investigación se realiza en Madrid desde hace unos meses y ha señalado que las pruebas que se han efectuado han funcionado muy bien y que para la próxima Semana Santa las velas definitivas estarán listas.

"Hemos intentado marcar el plazo de que sea para este verano, porque las cofradías empiezan a encargar las velas en septiembre y octubre, para esa fecha nos gustaría que tuvieran la composición", ha añadido.

El concejal ha hecho hincapié en que la composición definitiva se les dará a cualquier ceramista que así lo quiera y que el coste para los compradores será el mismo que las tradicionales pues solo se tiene que cambiar la proporción de los componentes.

Jiménez ha apuntado que la creación de estas velas hidrosolubles pretende terminar con el trabajo que los operarios de limpieza tienen que hacer con espátulas una vez que finaliza la festividad religiosa.

Ha destacado que se utiliza un producto anticera que se echa en algunas calles del centro y que permite que cuando cae la cera es más sencilla de retirar pero que en las otras vías donde no se puede aplicar -porque no son peatonales y no se puede parar el tráfico durante el tiempo que se requiere- se quita de forma manual.

El concejal ha sostenido que para la limpieza de la cera este año se está utilizando un dispositivo de unas treinta personas en turno de mañana y tarde que, presumiblemente, hasta el 10 de mayo van a continuar trabajando allí por donde los tronos han conducido su paso.