Debutaron con casi un 12 por ciento de los votos. La mayoría conquistados fulgurantemente, sin apenas tiempo para la reacción y colándose a última hora en una fiesta política, la del 22M, que parecía concebida en exclusiva para la confirmación del ascenso de Podemos y la estrategia de Susana Díaz. Aunque todavía lejos de las siglas con opciones de gobierno, Ciudadanos dio un golpe de mano en las pasadas autonómicas. En su primera cita electoral fuera de Cataluña -a excepción de las europeas-, el partido de Albert Rivera consiguió desquiciar al resto de formaciones y descabalar el horizonte general de expectativas. Y, además, y en eso coinciden todos los análisis, agigantándose por el flanco del electorado tradicionalmente más difícil e inamovible, el que reúne a las ciudades de la provincia leales al PP, que ha sido el principal perjudicado por su impulso.

Si se utiliza como horma el reparto de los últimos comicios, el puzle de los ayuntamientos de Málaga, a poco más de un mes para su recomposición, sufriría un viraje radical. Del tsunami azul de 2011, que desplazó al PSOE al interior, se pasaría a un territorio repleto de incertidumbres. Considerado al fin por el PP como un rival frente al que no vale sólo la sorna y el casticismo, Ciudadanos está dispuesto a ahondar en la herida. Y prepara en estos días una ofensiva que podría trastocar los planes de los grandes partidos.

La formación, liderada en la capital por Juan Cassá, no está dispuesta a dejar pasar la oportunidad de hacerse fuerte en los municipios. El próximo 20 de abril presentará públicamente sus listas, en las que todavía hay margen para la sorpresa, pero también para madurar un proyecto que nace con ambición, dispuesto a plantear batalla en los principales feudos populares de la provincia.

A falta de la confirmación de su comité interno, Ciudadanos trabaja en la actualidad para presentar candidatura en una quincena de municipios. La relación, aunque sujeta a cambios, se extiende por buena parte del territorio, incluyendo, de manera ya prácticamente oficial, a algunas de las ciudades de mayor envergadura política. Marbella, Fuengirola, Mijas, Benalmádena, Antequera, Ronda, Rincón de la Victoria, Vélez Málaga o Torremolinos son algunas de las circunscripciones en las que la formación tiene previsto dar el salto y pelear por la alcaldía. Además de la capital, donde recientemente las primarias han puesto nombre y apellidos a los miembros de la lista.

Aunque nadie en Ciudadanos quiere limitar las posibilidades del partido a un enfrentamiento directo con el PP, lo cierto es que la formación se postula en los municipios en los que el PP disfruta de mayor predicamento, que son, asimismo, los que más apostaron por la formación de Rivera en las pasadas autonómicas. Cassá habla de una estrategia sólida, sin urgencias ni necesidad de improvisar para ganar fondo. «No nos vamos a rasgar las vestiduras por no concurrir en todos los municipios. El objetivo no es el número, sino presentar listas solventes y de plena confianza», insiste.

Con la mayoría de las candidaturas pendientes de evaluación, la capital se presenta como el espacio más definido. Cassá, elegido también por primarias, estará acompañado por un grupo heterogéneo en el que aparecen nombres como el de Gonzalo Sichar, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y exmiembro de UpyD. Alejandro Carballo, experto en comunicación y empleado de banco, será el número 3, mientras que la administrativa Beatriz González y Marisa Valera ocuparán los dos puestos siguientes.

En las elecciones del 22M, Ciudadanos obtuvo en la provincia un total de 79.119 votos, convirtiéndose, con dos diputados, en la cuarta fuerza política con más peso en Málaga y en el resto de Andalucía. En municipios como Marbella, la formación logró el apoyo de más de 5.000 personas. En la campaña de mayo se espera una gran puesta de largo con presencia de Albert Rivera.