El móvil como centro neurálgico donde se cruzan todos los acontecimientos políticos. Fiscalizar a golpe de bolsillo al político de turno ya no es ninguna utopía. En estos tiempos de superávit tecnológico, en los que el móvil inteligente se ha convertido en algo al alcance de la gran mayoría, era sólo una cuestión de tiempo. Pero, finalmente, en el año 2015, el móvil ha entrado de lleno en una campaña electoral malagueña para trastocar las mentes de los potenciales electores. La aplicación en cuestión se presenta como radiografía online del alcalde, y futuro candidato, Francisco de la Torre.

Nadie osaría criticar al actual edil de trivial, por el simple hecho de que éste conteste de forma personal, como afirmó ayer de manera reiterada su círculo de colaboradores, a todos las preguntas que le llegan vía Twitter. Aunque sea a altas horas de la mañana, que es cuando el edil, atado a su infernal agenda, obtiene el placer de disfrutar de algo llamado tiempo libre.

Paco de la Torre Sí es el lema elegido para la campaña electoral que pretende abrirle de nuevo las puertas de La Casona a los populares. Un grito de guerra, un mensaje aglutinador, un Yes We Can como los que pronunciaba Obama. Todo se debe a la imaginación del coordinador local de campaña, Mario Cortés. En definitiva, un gancho electoral que los populares quieren extender durante el próximo mes en toda la capital. Desde ayer, lo que ya estaba dando sus primeros coletazos con cierta bisoñez en internet, ha visto la luz como aplicación para dispositivos móviles. La página www.pacodelatorresi.com, en la que se incorporan, entre otras curiosidades, información sobre la actividad del alcalde y balances de gestión de los distintos distritos, da el salto a iPhone y Android.

¿Se debe entender esta aplicación, que gira en exclusividad en torno a la figura de Paco de la Torre, como la entraña narcisista de la imagen referencial de un alcalde casi imperecedero en el tiempo? Atendiendo las explicaciones que dio ayer el propio De la Torre, en la presentación de la aplicación, rotundamente, no. Responde, como se reseñó, a la necesidad de estrechar lazos con el ciudadano de a pie que se tambalea en un pronunciado distanciamiento con la clase política. «Afrontamos la campaña electoral más cercana y accesible, en la que el ciudadano dispondrá de las últimas noticias al alcance de la mano y tendrá la posibilidad de enviar propuestas concretas», explicó el alcalde la, posiblemente subestimada esencia, de esta aplicación. En todo momento, el ciudadano podrá saber dónde se encuentra el alcalde y cómo está discurriendo la campaña electoral. Para los más interesados en escudriñar el devenir de su candidato, siempre en tiempo real, la aplicación también permite activar una función de notificaciones, que emitirá una señal en el momento en el que haya algo nuevo que comunicar por parte del equipo de campaña de De la Torre. «La campaña se regirá por una línea de acción bidireccional con los malagueños, cuyas sugerencias e iniciativas serán canalizadas y llevadas a cabo a través del programa electoral», precisó el alcalde. Precisamente en Málaga, una ciudad volcada con la innovación y el uso de las nuevas tecnologías como un eje de trabajo, De la Torre insistió en que «no podía faltar una aplicación de este tipo para su candidato a la alcaldía».

En la realidad, es decir lejos del mundo virtual, los próximos comicios municipales ya llevan el sello de importancia casi vital. El PP quiere recomponerse de unos resultados autonómicos, que no fueron del todo lo que se esperaba. Si hay, ahora mismo, alguien capaz de husmear entre el fiel votante popular, es Ciudadanos. Tras su irrupción autonómica, los de naranja ya andan armando candidaturas en, al menos, quince municipios de la provincia. En relación a esta amenaza, De la Torre admitió que es «evidente que en las elecciones autonómicas ha habido un trasvase importante de votos del PP hacia Ciudadanos». Aunque, en este punto, quiso resaltar la singularidad propia de unas elecciones municipales.

Sobre sus acompañantes en la travesía municipal, sólo dejó caer que será una «lista continuista»