La primera entrega del plan FEGA suele realizarse entre marzo y abril de cada año pero para este ejercicio se retrasa más de lo habitual. Alimentos como leche, pasta, legumbres, productos infantiles y aceite son los que se incluyen en esta entrega y no llegarán a las asociaciones hasta junio.

Para Bancosol estos alimentos suponen un 20 o 25 por ciento del total que reparten y hace tiempo que se acabaron. El presidente Javier Peña detalló que el stock de alimentos que reparten es de las aportaciones de empresas y, sobre todo, de la gran recogida. La de noviembre del año pasado superó el objetivo planteado y consiguieron hasta 700.000 kilos de productos no perecederos. Una cifra que les ayuda a seguir entregando alimentos cada día.

Según Peña, el grado de afección del retraso de este envío dependerá de los recursos de cada asociación. En el caso de Bancosol, los alimentos se sustituyen sin mucha dificultad. Sin embargo, puede que haya otras asociaciones con infraestructuras inferiores que se vean afectadas. El músculo estructural de cada entidad es fundamental en estos casos. El reto que se les plantea de cara al futuro para saber gestionar posibles retrasos de entregas de alimentos es buscar nuevas vías, según Peña.

Cruz Roja es otro de los grandes repartidores de alimentos en la provincia y asegura que este retraso tampoco les afecta en su entrega de alimentos.