­Menos de la mitad que en Sevilla. Y más de cien euros de diferencia respecto a las ciudades más caras. El servicio de grúas de Málaga, tan polémico a propósito de otro tipo de cuestiones, se ha revelado a la postre, y por comparación, en uno de los más económicos de las capitales españolas. Las sucesivas rebajas aplicadas en los últimos años han acabado por moderar ampliamente la tarifa, si bien con un descenso en el cómputo global de la recaudación, que también se ha resentido, según los especialistas, de la entrada en vigor del nuevo sistema de retirada -ya sin la presencia obligatoria de un agente de la policía en el dispositivo- y de la caída del número de intervenciones.

Según un estudio elaborado recientemente por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Málaga está entre las diez grandes ciudades del país que menos cobra por actuación. El precio se sitúa en 74 euros, muy por debajo de la media nacional, fijada en 100, y, sobre todo, de la marca de puntos como Zaragoza (205), Valencia (152) o Sevilla (149). En Andalucía, únicamente Almería y Huelva disponen de un servicio más barato.

De acuerdo con el informe, en el caso de Málaga, concurre, además, una particularidad: la ausencia de un canon por horas, que en la mayoría de los puntos grava la sanción en función del tiempo de permanencia del vehículo en el depósito. Una práctica ampliamente reconvenida por la OCU, que también se muestra crítica con la tendencia cada vez más extendida a cobrar el servicio incluso a aquellos conductores que llegan justo en el momento en el que se está produciendo el enganche. En esto, la capital de la Costa del Sol no es una excepción. Barcelona o Huelva, en cambio, han apostado por suprimir la multa.

El servicio de retirada de vehículos se pone en marcha obligatoriamente cuando se detecta una infracción, con la salvedad del estacionamiento prolongado en la zona azul, que tiene sus propias cláusulas, y únicamente prescribe la intervención cuando se triplica el tiempo por el que ha sido contratado el estacionamiento. La gestión de las sanciones es municipal, lo que explica la disparidad de tarifas. Para la OCU, en muchos casos, la falta de un criterio común abre la puerta a la avidez recaudatoria de algunas corporaciones, que ven en la libertad para fijar el precio una oportunidad para reforzar la sanción.

Málaga ingresó en 2013 -último ejercicio con datos confirmados y disponibles- un total de 1.526.651 euros a través de las intervenciones de la grúa. La cifra es sensiblemente más baja -19,4 por ciento- a la del año anterior (1.896.335), lo que coincide con la caída de los servicios, que han pasado de los 14.899 computados en 2011 a 13.672. Fuentes cercanas al colectivo aseveran que el descenso de la actividad está íntimamente ligado a la reforma emprendida por el Ayuntamiento, que ya no considera necesario la presencia en las rondas de un agente de la policía municipal. Con el nuevo sistema, son los gruistas los que tienen que registrar el incidente y dar parte telemático a las autoridades para que autoricen la retirada. Un proceso que ralentiza la intervención y que concede un tiempo extra de gracia a los infractores. En muchas ocasiones, decisivo para evitar la sanción.

El trabajo de la OCU señala que, aunque notoriamente más barato, el precio por el servicio de Málaga está todavía por encima de lo que se calcula que costaría si se dejara la prestación en manos de la iniciativa privada. En concreto, 74 frente a 70 euros.