­De 0 a 9 parlamentarios. Así se coló de manera fulgurante Ciudadanos en el Parlamento andaluzCiudadanos. Juan Cassá es el candidato a la alcaldía de Málaga. No podía haber soñado con unos resultados más afables como antecedente a su primera cita electoral.

Para abordar el Ayuntamiento de Málaga, Cassá se ha arremolinado en torno a una lista que está formada por candidatos provenientes de distintos ámbitos profesionales. De esta manera, al candidato a la alcaldía para completar la lista se suman Gonzalo Sichar, profesor de la Universidad Autónoma de Madrid y exdirigente de UPyD como dos y Alejandro Carballo, experto en comunicación y empleado de banco, como número tres. El puesto cuatro lo ocupa la administrativa Beatriz González y en el cinco sale Marisa Valverde. Los primeros cinco puestos han sido elegidos en su totalidad a través de elecciones primarias. La lista la completan María del Rosario Alcalde Lázaro, Pedro Luis Domínguez Ruiz, Alegría Peláez Romero, Santiago Muñoz Ruiz e Isabela Balabín Luque ocupa el número diez en la lista.

Cassá comenta que contará con un programa electoral dotado de 350 propuestas muy concretas. De forma paralela a sus compromisos electorales, además, ha adoptado los siguientes compromisos personales que servirán como hilo conductor a su gestión: transparencia, agilidad, disponibilidad, responsabilidad y reactivación económica. El candidato de Ciudadanos huye de la confrontación entre siglas y por eso resalta, especialmente, su voluntad de apoyar propuestas si son buenas para Málaga, «vengan del partido que vengan».

En este punto, resalta la obligación de mostrar lealtad institucional entendida como una relación fluida entre Consistorio y Junta de Andalucía. «Muchos problemas en Málaga surgen por el enfrentamiento entre Ayuntamiento y Junta de Andalucía, sólo por el diferente color político de ambas instituciones».

Para el eminente desembarco electoral, Ciudadanos se ha dotado de un decálogo de diez puntos que va desde la racionalización de la estructura municipal, hasta el control del gasto público y la reactivación de espacios improductivos de la ciudad. Además, prevé la revisión de la fiscalidad y medidas para aminorar la carga de los autónomos.

Adelgazar la Administración. El candidato de Ciudadanos tiene clara la consigna. Atacar los flancos de la gestión y buscar la eficacia en una estructura que considera «sobredimensionada» y que se ha convertido en un despilfarro de gastos. «Una ciudad como Málaga no puede tener un presupuesto de 700 millones de euros y que sólo 53 millones, es decir el 8 por ciento, esté destinado a la inversión», señala. Para convertir a Málaga en una «ciudad puntera» quiere reestructurar el presupuesto para buscar la «rentabilidad» a través de la «inversión». Como autónomo, afirma saber sacar lo máximo con poco recursos.