­Andalucía, Asturias, Canarias, Cataluña y País Vasco plantaron ayer al ministro de Educación, José Ignacio Wert, en la reunión sectorial para rechazar las nuevas evaluaciones finales de ESO y Bachillerato, el modelo de becas y las «imposiciones» del Ministerio. Las comunidades que gobierna el PP, que permanecieron en la sesión, consideraron una «falta de lealtad» esa actitud, que relacionaron con que falte un mes para las elecciones autonómicas.

Tras permanecer 15 minutos en la reunión, abandonaron la sala el consejero de de Andalucía, Luciano Alonso (PSOE); de Canarias, José Miguel Pérez (PSOE); de Asturias, Ana González (PSOE); el secretario general de Políticas Educativas de Cataluña, Joan Mateo (CiU), y la viceconsejera vasca, Arantza Aurrekoetxea (PNV). Juntas suman más de la mitad del alumnado de España donde se aplicarán las nuevas reválidas a partir de 2016 y 2017.

Wert se había reunido con las comunidades autónomas para mostrar el borrador del real decreto de evaluaciones y el que regula las becas. La reforma educativa del PP prevé exámenes al acabar las etapas educativas de Primaria, Secundaria y Bachillerato. Para los estudiantes de 4º de ESO y de 2º de Bachillerato, además, serán reválidas. Es decir, si no aprueban esos exámenes, no consiguen el título y no pueden seguir estudiando. El examen de final de Bachillerato, que sustituye la Selectividad a partir de 2017, es un test con 350 preguntas de respuestas múltiples.

«Nos negamos a asistir como meros espectadores al continuo desprecio al profesorado y a la devaluación constante de las competencias de la autonomía que persigue la Lomce», según un documento conjunto leído a la prensa por Pérez.

Han planteado que se «paralice» el calendario de implantación de las evaluaciones y que se revise «conjuntamente y con datos objetivos» el impacto del modelo actual de becas, pues «perjudica gravemente» al alumnado y las familias. «Es un despropósito seguir dando pasos en una dirección que no conduce a ninguna parte», aducen sobre las evaluaciones, que consideran «reválidas» con un objetivo «centralizador y excluyente».

Wert consideró después que es «imposible» atender la «exigencia» de retirar esos dos proyectos por razones del calendario de implantación de la Lomce en el caso de las evaluaciones y para poder publicar a tiempo la convocatoria de becas.

Las evaluaciones, según el ministro, suponen pasar de un esquema memorístico a otro basado en las competencias, lo que sitúa a la educación española en la «misma senda» de todos los sistemas de éxito. Además, Wert cree que equiparar estas evaluaciones con «reválidas» significa un «desconocimiento profundo».

Las «reválidas», explicó el ministro, eran un proceso selectivo para canalizar la demanda ante una insuficiencia de la oferta de educación postobligatoria, pero ahora se trata de que todos los alumnos sean capaces de superar las pruebas. Tampoco son «reválidas» en el sentido de memorizar los contenidos, sino de verificar que se han adquirido las competencias. Wert consideró «desenfocado» decir que las nuevas evaluaciones signifiquen desconfianza en el profesorado, pues tendrán más valor las notas medias de las asignaturas cursadas en evaluación continua que el resultado de las pruebas finales.

Defendió que el hecho de que parte de las pruebas de esas evaluaciones (un máximo de 350 preguntas) sean de tipo test, con respuesta múltiple, «no quiere decir que necesariamente» se basen en aprendizajes memorísticos.

Luciano Alonso, consejero de Andalucía, pidió que se retiren para que los estudiantes de ESO y Bachillerato no se jueguen su futuro «a una sola carta».

Educación presentó también a las comunidades el real decreto de becas, que mantiene el sistema actual de umbrales de renta y continúa con unas notas de corte que, en el caso de la Universidad, exige una calificación superior al aprobado para obtener ayudas (5,5 en el primer curso y 6,5 para mantenerla) y que divide la cuantía en una parte fija y otra variable.

El modelo supone una media de casi 500 euros menos por alumno y ayuda, según datos del propio ministerio. Wert explicó que para este curso se espera que la cuantía suba una media de 100 euros por alumno y dijo que sólo resta por pagar el 30% de la parte variable de las becas de este curso, que ya está disponible para la percepción.