La Guardia Civil ha detenido en Melilla a un marroquí residente en Málaga con un gran número de objetos, presuntamente robados igualmente en la vía pública en la ciudad andaluza, en concreto 65 teléfonos móviles de primeras marcas comerciales y gamas, seis cámaras fotográficas, un ordenador y una tablet.

Según ha informado este jueves un portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil, la intervención ha tenido lugar el pasado 14 de abril en el puerto de Melilla, al proceder sus agentes al registro de un vehículo marca Volkswagen, modelo Vento, y placa de matrícula nacional, que en esos momentos desembarcaba del buque de la Compañía Trasmediterránea procedente de Málaga, ocupado por su propietario.

La citada fuente ha explicado que al inicio del reconocimiento los agentes apreciaron cierta irregularidad que conllevó un examen de la gran cantidad de mercancía que portaba en bolsas y bolsos de viaje, que contenían ropa y otros efectos, y envueltos entre estos, diversos "teléfonos móviles, cámaras fotográficas y ordenadores".

Su portador adujo "que los había adquirido en un mercadillo de Málaga", aunque la guardias civiles procedieron a la intervención cautelar para conocer sobre su procedencia y titularidad.

Así, la investigación llevada a cabo en los días posteriores, el análisis de los teléfonos intervenidos y otras gestiones policiales realizadas, "han determinado sin género de dudas que gran cantidad de los efectos intervenidos son procedentes de robos con violencia y hurtos a ciudadanos, cometidos en la vía pública, en la ciudad de Málaga".

El portavoz de la Comandancia ha dicho que hasta el momento, la Guardia Civil tiene ya localizados a nueve legítimos propietarios de estos efectos ahora recuperados y procederá a su devolución en los próximos días, continuándose con las gestiones para conocer la procedencia del resto.

Los efectos recuperados son sesenta y cinco teléfonos móviles de primeras marcas comerciales y gamas, seis cámaras fotográficas, un ordenador y una tablet, todo ello con un valor conjunto de unos 10.000 euros.

El conductor del vehículo, que atiende a las iniciales M.H. de 52 años de edad, de nacionalidad marroquí y con residencia legal en Málaga, ha pasado este jueves a disposición judicial, como presunto autor de un delito de receptación de objetos procedentes de robo.