El último pleno de la vigente legislatura en la Diputación se celebró este jueves. Cuatro años que acabaron con el Museo Taurino como máximo protagonista. Después de hacerse pública la situación contractual que une al Patronato de Turismo, dependiente del ente provincial, con el coleccionista extremeño Juan Barco, tanto PSOE como Izquierda Unida llevaron al pleno sendas mociones de urgencia para solicitar informes tanto a la Secretaría General como a la Intervención sobre el mencionado contrato.

Interrogado por el portavoz del PSOE en la Diputación, Francisco Conejo, que puso en duda la legalidad del contrato por carecer de un «informe jurídico o económico sobre la legalidad ni ningún estudio que justifique las condiciones contempladas en el contrato de arrendamiento», su homólogo popular, Francisco Salado, defendió la llegada del museo taurino a Málaga y adelantó que el equipo de gobierno popular ya estaba en conversaciones con Juan Barco para revisar el contrato firmado el pasado 19 de marzo de 2014, para adecuarlo a un marco que cumpla con todas las exigencias de un ente público como lo es Diputación.

De esta manera, según Salado, el nuevo contrato establece la eliminación de la cláusula de rescisión que está fijada, actualmente, en un millón de euros. Además, se introducirá un canon de explotación fijo a cambio de suprimir las cláusulas que regulan las cantidades a pagar en función del número de visitantes.

Hay que recordar que el actual contrato no establece ninguna contraprestación en forma de alquiler y sólo prevé un pago porcentual de los beneficios obtenidos por la venta de entradas, siempre y cuando se llegue al número mínimo de 80.000 visitantes anuales. Como resaltó el PP, la revisión del contrato era algo que ya estaba previsto por la disolución del Patronato de Turismo -que todavía no se ha producido-, y la necesidad de revisar todos los contratos que pasarían a ser asumidos directamente por el ente provincial.

Por su parte, el PSOE se comprometió a desalojar el museo taurino de su actual emplazamiento si llegaran a hacerse con la Diputación después de las elecciones municipales del 24 de mayo. «Entendemos que un museo taurino no es el mejor uso que se le puede dar a un edificio de estas características», señaló Conejo que aseguró querer «buscarle un uso social» al céntrico edificio.