El informe concluye que la mayoría de las víctimas que sufren este tipo de delincuencia son personas pertenecientes al sexo femenino, con una edad comprendida entre 26 y 40 años, de nacionalidad española. Entre las tipologías delictivas que más concurren en este perfil de víctima están los delitos contra la libertad e indemnidad sexual (los abusos sexuales, las agresiones sexuales y el exhibicionismo).

El responsable o detenido e imputado por delitos de odio, mayoritariamente, es de sexo masculino, de 26 a 40 años y de nacionalidad española. Al igual que ocurre con las víctimas, entre los principales hechos que motivaron la detención o imputación se hallan los abusos sexuales y las agresiones sexuales. En el conjunto de las víctimas de nacionalidad extranjera, así como en la de los detenidos imputados por incidentes discriminatorios las nacionalidades que más sobresalen son las procedentes de Marruecos y Rumanía.

Los delitos de orientación sexual y racismo o xenofobia suman más del 75% de los incidentes. El grado de eficacia policial, medido en el total de hechos esclarecidos, es elevado, un 65,6%. Ello supone que la impunidad ante los delitos de odio es menor que ante un delito común.

La delincuencia se agrupa en torno a las lesiones y los delitos contra la libertad e indemnidad. También se aprecia una cifra importante en relación con los incidentes xenófobos e intolerantes en el deporte, precisa el estudio.